Prólogo.

1.7K 51 1
                                    

Prólogo.

―Tenía los ojos negros, era alto, olía a cigarrillos...-

―¡Muchos huelen a cigarrillos hoy en día, Adara!, ¡concéntrate! ―me golpeó con una almohada

―¡Perdón!, fue muy rápido y estaba asustada ―me miró ceñuda ―Bien, de acuerdo... amm... uhmm..., le sobresalía un tatuaje del cuello y tenía tatuados los brazos hasta las muñecas, no recuerdo que eran.

―Eso es de mucha ayuda ―volteó los ojos ―¿Y qué pasó?

―Me robó ―respondí avergonzada mientras mi mejor amiga me veía boquiabierta

―¿Cómo que te robó?, ¿Qué clase de loco va asaltando gente por la calle como si fuera un hob...-

―Y me salvó ―añadí, me miró boquiabierta

―¿Que él qué?

Me gustaría decir que esa fue la pregunta más difícil de contestar a lo largo de esta historia, pero cuando llevas tanto tiempo en una jaula y por suerte o desgracia te topas con ese chico, con esa clase de chico que te corrompe de la manera más dulce, que explora contigo todos aquellos sitios desconocidos que considerabas prohibidos, que te hace despertar de una pesadilla en la que estabas estancada, las preguntas nunca se acaban, los problemas surgen con velocidad y los errores te persiguen. Así que cuando te acorralan solo quedan dos soluciones, enfrentar todo lo que se venga o escapar, en mi caso lo más sensato era elegir la segunda opción, pero no con él.

¿Cómo escapar de esa persona que te hace sentir tan viva, tan tuya, tan dueña de una libertad que creías no merecer?, simplemente no lo haces, porque no lo deseas, es la vida quien te pone en una encrucijada donde toda decisión parece derrumbar un edificio distinto.

Así fueron las cosas con Wad, mi asaltante y mi razón para escapar.

Mi razón para escapar {R. #2} ✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora