Capítulo 34.

202 14 1
                                    

 A D A R A.

Observé a mi amiga expectante mientras tomaba asiento en la cama de Wad. Ella apretó los labios y entrelazó sus dedos con nerviosismo antes de comenzar a dar vueltas en círculos. Fruncí el ceño y la miré con curiosidad esperando.

―¿Estás bien aquí? ―preguntó finalmente ―Digo, no quiero sonar como una clasista y Wad en serio me agrada, pero este departamento es... algo raro, hay humedad en algunas zonas del techo y...-

―Estoy bien, Kate ―confesé sonriendo un poco ―Nunca había estado tan feliz en un lugar ―ella miró a su alrededor y con un suspiro se sentó a mi lado ―La humedad puede arreglarse o eso creo, el departamento se puede cambiar, pero es él quien lo hace especial, no creo que me importe mucho lo demás ahora mismo ―acepté ―Estoy con la persona que quiero Kate, y por fin puedo hacer... lo que yo quiera.

Tomó mis manos con amor y me miró enternecida ―Te ves feliz incluso despeinada y ojerosa, niña boba ―reí con ella y recibí su abrazo cariñoso y apretado ―Ustedes se ven muy lindos juntos ―susurró y suspiró con alivio ―De todas maneras, me tomé la libertad de traer algunas cosas para que te sientas más cerca de casa ―apreté los labios cuando se separó y llevé mis piernas al pecho

―No extraño esa casa, Kate.

―Bueno, es entendible cielo ―hizo una pausa ―No tuviste muchos momentos lindos ahí, pero me refería a cosas que son un espacio seguro ―sonrió ―Te compré un par de libros y una agenda nueva para que anotes recetas y cosas de películas.

Sonreí sintiendo mis ojos algo acuosos por ese detalle tan grande, por ese detalle plagado de amor.

Las personas resultamos bastante curiosas cuando pasamos por un momento de quiebre siendo conscientes del mismo, muchas veces ese tipo de quiebres duele más que aquél que no notas porque al menos con el segundo, te engañas diciendo que todo está bien, al menos por un tiempo. Con el primero no te da tiempo a considerar un falso bienestar porque de un momento a otro te ves al espejo y te sientes vulnerable, sientes que todo tu mundo se viene abajo y que no hay un trozo de madera que te saque a flote. En momentos como esos donde resultamos tan volubles a veces es incluso cuestionable si llegamos a fingir que estamos tan mal o si en verdad es así, luego viene el sentimiento de victimización, ¿y si tal vez estaba exagerando?, ¿y si tal vez no era para tanto?

Con sinceridad a nuestro peor enemigo lo vemos cada día en el espejo y lo escuchamos cada día en nuestras cabezas, por ello a veces es necesario ver la reacción de las personas que están afuera y son conscientes de la situación. A veces es más fácil creer en la visión de los demás que en la propia, y algo similar me pasaba a mí en esos momentos. Me cuestionaba si en verdad merecía el amor que estaba recibiendo y que sentía que necesitaba, ¿qué había hecho para que tantas personas maravillosas me ayudaran cuando me vieran derrumbarme?, no lo sabía o tal vez sí, pero prefería revolcarme en el caos que estaba siendo mi vida y darle libre paso a los sentimientos negativos que acribillaban mi cabeza.

―Adi, sabes que estoy aquí para ti siempre que lo necesites, ¿cierto? ―asentí ―Pero tú no quieres hablarlo ―negué en silencio procesando de a poco

―Siento que es algo que debo hacer sola, Kate ―me encogí de hombros y ella negó tomándome de los hombros y tumbándome hasta que ambas estuvimos recostadas en la cama con la vista en el techo

―No debes pasar por nada sola, Adara ―aseguró ―Tienes personas que están a tu lado esperando a que estés dispuesta a abrirte sobre lo que pasó, y no hablo solo de... de la situación con tu abuela.

―¿Entonces?

―Adara, llevas mucho tiempo escondiendo temas que te lastiman ―declaró abrazándome ―No has gestionado ninguna de las cosas malas que te han pasado, solo las has escondido en un baúl para fingir que no existen y eso no es sano ―la miré con fijeza al tiempo que ella me imitaba ―Necesitas hablar con un profesional, Adi, porque nosotros no te podremos ayudar de la misma manera que una persona que está preparada para ello.

Mi razón para escapar {R. #2} ✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora