Capítulo 21.

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W A D.

―Pero... ―sacudí mi cabeza al verla alejarse con apuro, pasé la mano por mis labios como un estúpido y suspiré ―Joder.

―Wad... ―fruncí el ceño en dirección a la rubia

―¿Qué no ves el clase de caramelo que acaba de comerme? ―la miré y suspiré al ver el enojo en sus ojos ―Déjame tranquilo antes de que esto se vuelva un problema serio, Estefanía.

Con aquello me marché, apresurado sintiendo todavía el sabor a cereza en mi boca estiré el cuello intentando ver por encima de la gente. Suspiré sin éxito y me acerqué a la barra, sonreí al verla al otro lado y me planté en la banqueta a su lado.

―Nunca jamás vuelvas a hacer algo así ―me miró acongojada ―Para luego marcharte, ¿qué quieres?, ¿volverme loco? ―pregunté sonriendo, ella me ofreció una sonrisa desganada y entonces noté su cabello ―Vaya... ¿te cortaste el cabello?

―Algo así ―apretó los labios jugando con el vaso entre sus manos

―Estás preciosa ―agregué haciéndola sonreír un poquito más, alcé la mano y el barman corrió a atenderme ―Lo mismo que la señorita ―asintió y se alejó ―¿Estás bien?

―Eso creo... ―hice una mueca y pasé ambas manos por mi rostro preparándome

―¿Cuánto escuchaste?

―Lo suficiente ―alzó la mirada enfocando sus lindos ojos mieles en los míos ―¿Esa chica...-

―No significa nada ―aseguré ―No quiero que te sientas mal por ella, es insignificante en mi vida, solo hemos compartido trabajo, nada más.

―De acuerdo... te creo ―agradecí por eso ―¿Carina?

―Fue mi novia ―tomé una profunda respiración ―Ella murió, como tal vez escuchaste por algo que hizo su hermana.

―¿Qué hizo? ―de la forma en la que me miraba me impresionó y enorgulleció, preguntaba las cosas con tanta seguridad que sabía que no aceptaría nada más que la verdad y eso me hizo feliz

―La hizo ir a un sitio peligroso, y le dispararon ―abrió un poco la boca de la impresión y parpadeó rápidamente

―¿La querías?

―Más bien me aferré a ella por comodidad ―me encogí de hombros ―Le tenía cariño y la respetaba, pero nada tan profundo como con...- ―me corté antes de decirlo y bebí un trago de la bebida que habían dejado frente a mí

―¿Por qué nunca terminas de decirme cosas así? ―abrí la boca volviéndola a cerrar, sonreí con nerviosismo y rasqué mi nuca riendo nerviosamente ―Respóndeme, por favor.

―Porque no sé si tú quieras escucharlas, no sé si estamos listos para dar este paso.

―Pues... ―bebió un trago de su vaso y me miró con decisión ―Yo sí ―abrí los ojos impresionado

―No quiero que te sientas presionada no tengo ningún tipo de apuro.

―No me siento así ―negó ―Quiero... probar esto, saber qué se siente ―me miró con su habitual timidez a través de sus pestañas ―Y quiero hacerlo contigo ―tomó mi mano por encima de la barra

Di gracias por estar sentado, porque de otra manera me hubiera caído y golpeado mi cabeza fuertemente contra el suelo. Su mano temblaba ligeramente y sus ojos me miraban con ilusión, sus mejillas estaban enrojecidas y sus labios apretados. Entonces quise saber.

―Adara... ¿por qué te alejaste de repente cuando me besaste?

―Eso no importa ahora ―saqué mi mano de su agarre tomándola entre las mías

Mi razón para escapar {R. #2} ✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora