W A D.
Observé a Adara recostada boca arriba en la que ahora era mi cama, fruncí levemente el ceño al verla tan lejos, la cama no era inmensa y aun así se las estaba arreglando para ni siquiera rozarme, ¿por qué? Me mantuve boca arriba evitando lastimar mi costado y tomé su mano haciéndola respingar cuando la llevé hasta mi abdomen.
―¿Qué ocurre?
―No me estás abrazando ―me quejé, ella alzó un poco la cabeza para verme y sacó la mano de encima de mí
―No quiero lastimarte ―murmuró y giré mi cabeza en su dirección
―Y yo no quiero que estés del otro lado de la cama comiéndote la cabeza cuando estoy justo al lado tuyo dispuesto a escuchar ―ella me miró unos segundos antes de suspirar
―No quiero molestarte con mis tonterías ―fruncí el ceño
―Escúchame bien, eres lista y me vas a entender rápido ―avisé ―Tú nunca serás una molestia para mí, ¿comprendes?, no hay cosa que disfrute más que estar contigo en cualquier contexto, me gusta tu compañía, me gusta tenerte cerca, me gusta tocarte y me gusta mucho más que me toques, así que te pediría que siempre que puedas al menos me roces la mano, porque de lo contrario me pongo de muy mal humor ―exigí, ella me regaló una pequeña sonrisa ―Y que sea la última vez que dices que no quieres molestarme ―tomé su mano y la apreté antes de sonreírle ―Tú puedes molestarme todo lo que quieras.
Ella sonrió y apretó mi mano en las suyas con dulzura. Llevé mi mano libre hasta su rostro y tracé figuras aleatorias sobre su mejilla tersa. Una semilla de molestia floreció en mí cuando capté los dos arañazos en su mentón. Soltó un suspiro pesado y apretó los labios.
―No te guardes las cosas.
―Es solo que no sé qué decir ―admitió ―Siento que desperté de un sueño largo y es como si todo se me viniera encima mientras mi cuerpo sigue adormecido ―apretó los labios ―Mi... mi abuelo no está, mi abu... Alondra debe estar volviéndose loca y yo estoy en medio sin saber qué hacer ―se giró en mi dirección ―Ni siquiera sé si estoy molesta, solo siento... decepción.
―Es normal, ¿no lo crees?
―¿Y por qué no se siente normal?
―Salir de las costumbres nunca se siente bien en primera instancia, tienes que darte tu tiempo para procesar bien lo que ocurrió.
―¿Crees que se enfade?
―¿Eso qué importa? ―cuestioné ―Deja de pensar en ella y piensa en ti.
―Pero...
―Te mereces un poco de egoísmo, Adara, deja de pensar en los demás y mírate a ti misma, analiza tus sentimientos y actúa en base a ellos ―ella me miró como si ni siquiera pudiera planteárselo ―¿Qué importa si se enoja?, ¿qué importa si quiere que te cases con ese hijo de puta?, ¿qué importa?, ¿qué mierda importa ella?
―Es mi abuela.
―Y tú la persona que amo ―declaré ―No pienso permitir que ella siga consumiéndote, no pienso permitir que ella te apague.
―Wad... ―murmuró sorprendida por mis palabras
―¿Qué?, no esperes que ella me importe lo más mínimo cuando te está lastimando ―dije con rencor ―¿Cómo crees que me sentí al verte arrodillada en medio de la calle temblando?, ¿crees que no vi cómo te lastimaste las palmas de las manos?, tú eres importante y ni ella ni nadie tiene derecho de dejarte en ese estado.
Di un suspiro sintiéndome mejor tras mis palabras, cuando enfoqué sus ojos descubrí que se encontraban cristalizados así que tiré de ella hacia mi lado bueno y besé su coronilla. Ella puso su brazo sobre mí con cuidado de no rozar mi otro costado.
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Mi razón para escapar {R. #2} ✔
Teen Fiction¿Cómo escapar de esa persona que te hace sentir tan viva, tan tuya, tan dueña de una libertad que creías no merecer?, simplemente no lo haces, porque no lo deseas, es la vida quien te pone en una encrucijada donde toda decisión parece derrumbar un e...