Capítulo 1.

840 36 15
                                    

W A D.

La embestí un par de veces más contra la pared antes de terminar dentro del condón, escuché como colapsaba gimiendo mi nombre y eso inevitablemente provocó una reacción en mí, gruñí por lo bajo y mantuve el agarre en su cabello de manera que su cabeza quedara contra mi hombro y sus manos abiertas sobre la pared, gruñí y salí de su redondo trasero. La nalgueé sonriendo de lado mientras ella volteaba mirándome con una sonrisa traviesa y satisfecha, tiré el condón en el suelo, arreglé mis pantalones y mi cabello –no es cierto, no había manera de peinarlo- mientras ella apartaba su larga melena rubia de sus ojos.

Me gustaban las rubias, tenían ese no sé qué angelical y provocador que me resultaba atractivo admirar y disfrutar.

Flash era la excepción. Esa peliverde me tenía en la palma de su mano.

―Eso fue... ―suspiró y sonreí con suficiencia ―Demasiado... ―sus piernas terminaron por doblarse y cayó sentada en el retrete

―Guarda los comentarios, cariño, ya tengo el ego muy alto ―me volteé para salir del cubículo del baño del antro y ella agarró mi mano

―¿Puedes venir a mi casa? ―preguntó colocando las manos en mi pecho, sonreí alejándome de su tacto

―Follamos en el baño de un antro porque de esa manera pagabas esto ―le entregué la bolsita con el polvo azul brillante ―Y créeme cuando te digo, muñeca que yo no sería del agrado de tus familiares ―me encogí de hombros y asintió decepcionada ―Fue un placer para ti follar con este bello ángel ―bromeé saliendo de allí

El olor a sudor, alcohol y sustancias inundó mi nariz junto a la fuerte música que retumbaba en mis oídos, hice una mueca por el excesivo volumen, detestaba los sonidos fuertes, sacudí mi cabeza y me abrí paso hacia la barra.

―Buenas noches, cachorrito ―saludé a Daniel, se sonrojó en seguida mientras secaba un vaso ―Tranquilo, amigo... ―añadí al verlo nervioso por mi comentario, robé un chupito que acababa de servir ―Lo mío son las nenas ardientes con ganas de divertirse ―observé el trasero de la rubia que pasó por mi lado

No estaba nada mal.

―Así que agradecería que te mantuvieras alejado de mi retaguardia... aunque sea irresistible ―alcé el chupito a su salud y soltó una risa ya conociendo mis bromas ―Por mi chico favorito ―una chica que estaba sentada a mi lado me miró despectivamente ―¿Qué?, ¿nunca has visto a un par de novios enamorados?, te amo con locura cachorrito ―bromeé, la mujer apartó la mirada con desagrado y bufé ―Desagradable fósil del siglo pasado ―Dani negó como si yo no tuviera remedio.

―¿No puedes no venir por una noche? ―preguntó Daniel con su marcado acento español, reí

―Amigo, soy joven, atractivo, tengo regalos para todos y no rompo ni un plato ―alzó una ceja antes de continuar limpiando la barra ―Dame un traje rojo de stripper, y seré tu Santa Claus favorito ―carcajeó mientras me pasaba otro chupito cuidando que nadie lo viera

―Wad, sabes que no puedes venir los sábados, el grande viene ―bufé acabando mi chupito y apretando los ojos, aún rasgaba la garganta

―¿Y me importa porque...? ―le arrebaté otro chupito a un cliente mientras no miraba

Idiota despistado.

―Tal vez porque lo estafaste de sobremanera mientras trabajabas aquí.

―Hey, fue ayuda mutua ―alegué y me miró incrédulo ―A él le sobraba dinero, a mí me faltaba, fue un acto netamente caritativo.

―Te cargaste un gran cargamento.

―No sabía que era inflamable.

―Le disparaste a su chofer en la rodilla ―añadió intentando que pareciera algo malo

Mi razón para escapar {R. #2} ✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora