Narra Mangel
-Rubiuh, vamonoh ya, etah muy mal, cada díah bebeh mah.
-¡Yo haré lo que me de la gana! ¡Tú no me dices lo que tengo que hacer!- dijo y prosiguió metiendo alcohol en su cuerpo.
-Rubiuh, son lah cincoh y media, y yah batah, etoyh cansao de esta actitud tuyah, si echah de menoh a _____ lucha poh ella, pero no teh emborracheh cada nocheh porque no conseguiráh na'.
-¡NO VUELVAS A NOMBRARLA A ELLA!- me pegó.
-Rubiuh...-me toqué la cara.
-Lo-lo siento Mangel.
-Vamoh afuerah.
-...vale
Cuando ehtubimoh fuerah llamé a Alexby y a Cheeto (que aun estaban dentro de la discoteca) para que vinieran a ayudameh con Rubiuh.
-Mirah, se que te duele que _____ ya no eteh, pero no puedeh seguir así, y loh sabeh.
-Te dije que no la nombraras...-unah lágrima rebaloh por su mejillah.- ¡TE DIJE QUE NO LA NOMBRARAS JODER!- me tiró al suelo y empezóh s golpearmeh, pero conseguí ecapah y jutoh llegaron Alex y Cheeto para sujetaleh.
-Chicoh, intedtah que reaccioneh, yo vengo ahora.
Me alejéh.
*Conversación telefónica*
-Mmm...¿sí?
-¡_____! ¡Por favóh, necesitoh que me ayudeh!
-¿Mangel? ¿Que pasa?
-Eh Rubiuh...etah doh semanah ha estao fatal...no ha parao de bebeh y bebeh mah...el etah destrozao porque no le dejateh explicarse...
Hubo un silencio.
-¿______?
-¿Sí?- su voz se notaba entrecortada.
-Tieneh que venih a ayudaleh, por favóh...
-No sé si debería.
-¿No sabeh si deberíah? ¡Ereh la única que pué ayudaleh!
-De acuerdo, dime dónde.
-_____
-Vale, ya voy.
Narra ______
Mangel me acababa de llamar diciendo que tenía que ayudar a Rubius porque estaba muy mal, por mí... Después de todo, si es verdad que no le "dejé explicarse"...joder, lo estaba pasando fatal por mi culpa.
Aceleré el paso, hasta que empezé a oír unas voces.
-¡Parate quieto ya joder!
-¡Que no quiero! ¡Sueltame ya ostia!
-¡Rubiuh! ¡Haz lo que teh dicen jodeh! ¿No veh que eh por tu bien?
Llegué a la plaza donde estaban ellos.
-¡_____! ¡Por fin llegateh!
-¿Has dicho _____?- Rubius se puso pálido.
-Ho-hola Mangel.
Me giré a donde estaba Rubius y ambos agachamos la cabeza.
-Buenoh, oh dejamoh soloh, vamoh chicoh.
Cuando se fueron, me acerqué a él. Tenía una pinta horrible. Tenía unas enormes ojeras, y ningún tipo de expresión en su rostro. Parecía más delgado. ¿Lo que tiene alimentarse de alcohol durante dos semanas, no? También llevaba una botella de vodka casi vacía en su mano izquierda.
-¡¿Te la bebiste tu toda?!- dije alarmada.
Me sonrió.-Ya es la tercera.
-Me parece que no necesitas mas alcohol por hoy.-dije y tiré la botella a una papelera que había cerca.
-¿Porque has echo eso?
-Por tu bien. Mirate. Estás horrible.
-Tú preciosa como siempre.
Me sonrrojé.
-...gracias.
-¿Y porque has venido?- rompió el silencio.
-Mangel me llamó y me lo contó todo, y me dijo que solo yo te podía auyudar.
-¿Todo?
-Todo.
Agachó la cabeza.
-Rubius...
-Escucha- me interrumpió.- yo no besé con esa chica.-levantó la cabeza y me miró a los ojos- fue Diego. El contrató a esa chica para que me besara y así el poder sacarte una foto y enviartela-hizo una pausa- y se que fue el porque ese día vino donde mi cuando tu estabas pidiendo la comida y me amenazó diciciendo que tuviese cuidado porque las parejas rompen muy fácil y ni te enteras. Es lo que te iba a decir el día que me echaste de tu casa...
-¿De-de verdad?
-Sí. Sara y Mangel lo saben.
-Yo..lo siento...
-No importa. ¿Puedo pedirte un último favor?
-¿Cual?
-Un último beso. Antes de que te vayas, dejame volver a sentir tus labios una vez más, por favor.
Asentí.
Me puse de puntillas y puse mis brazos al rededor de su cuello atrayéndolo hacia abajo, haciendo que se inclinase y quedase un poco más alto que yo.
Y junté sus labios con los míos.
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