Narra Rubius
El sonido de alguien llamando a la puerta me despertó.
-Chicos, ¿puedo pasar?- mi madre se asomó por la puerta.
-Claro.- me desperecé.
-Os traigo el desayuno.- dejó una bandeja encima de la mesita de noche.- Tiene el sueño profundo.- señaló a _____, que estaba aún durmiendo con su cabeza recostada en mi pecho.
Ambos reímos.
-Aún que ahora que la veo bien.- pensó.- Es demasiado guapa para ti, ¿como la conquistaste?- rió.
-Porque soy irresistible mamá.- hice un intento de cara seductora.
-Claro que si mi niño, venga vestiros e id a jugar a la nieve con Anita.
-Vale.
Cuando mi madre se fue empecé a besar a _____ hasta que se despertó.
-¿Hmm?- pudo decir mientras entreabría los ojos.
-Vamos a desayunar y vistamos, que vamos a jugar a la nieve con mi hermana.- le susurré al oído para después besar su mejilla.
-Hm, voy.- se desperezó bajo las sábanas.
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Bajamos al salón donde nos esperaba Ana muy sonriente.
-¡______! ¿Te tiras conmigo en trineo?- exclamó feliz.
-Claro que sí bonita.- era tan buena, tengo a la mejor novia del mundo.
Mi madre apareció por la puerta para ordenar a Ana que se abrigase.
Observé la escena. Estaban allí juntas las tres mujeres de mi vida. Sonreí.
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-¡Anita! ¡Entra que tienes que hacer los deberes!- el padrino salió a nuestro encuentro.
-¡Jo! ¡Pero yo no quiero ir!- se quejó.
-Ve y así después podemos volver a jugar otra vez. A lo que tu quieras.- _____ se agachó a su altura y le sonrió.
-Vale _____.- la abrazó y se fue corriendo.
Me acerqué por primera vez a _____ en toda la mañana, pues Ana no se había separado de ella en ningún momento.
-Menos mal que ya se fue, temía no poder hablar nunca contigo.- la abracé por la espalda.
-¿Estás celoso de tu hermana?- se giró y me sonrió.
-Quizás un poco.- la besé.
-Eso es que tu hermana me prefiere a mí.
-No.
-Sí.
-No.
-Sí.
-¡NO!- grité y la empujé haciendo que callera a la nieve.
Ambos estallamos en carcajadas. Yo me tumbé encima suyo (sin calcar mi peso sobre ella) y me acerqué a su boca.
-Te amo.-dije antes de chocar mis labios con los que pensaba que eran los suyos.
-Yo también.- dijo, y una bola de nieve se topó con mi cara. _____ la había cogido y se había puesto su mano encima de la cara para que yo me llenase de nieve.
Narra el padrino
-¿Sabes que tú hijo está perdidamente enamorado de esa chica verdad?- dije.
-Sí.- suspiró.- Me alegro por ellos. Espero que ninguno haga daño al otro. Nunca había visto a mi Rubén tan feliz.
Ambos sonreímos y pasé mi brazo por su hombro mientras les observábamos sin que ellos se diesen cuenta.
Narra Rubius
-¿Es una venganza?- pregunté.
-Sip.- rió remarcando la "p".
Me levanté y la ayudé a levantarse también, cogiéndola en brazos y haciendo que rodeara sus piernas a mi cintura.
Cuándo ya estábamos completamente de pié la besé por un largo rato. Cuándo nos separamos.
-_____...
-¿Sí?
Me acerqué a su oído.
-Me acabas de poner palote.
Rió y agachó la cabeza.
Levanté su mentón haciendo que me mirara a los ojos.
-¿Vamos a la habitación?- hice un puchero.
-Mm, de acuerdo.- sonrió.
Miré hacia la puerta y vi a mi madre y al padrino sonriendo.
Les hice una señal para que se fueran para otro sitio y me llevé a _____ a mi cuarto.