Desperté y la vi a mi lado. A ella, la chica de la que estaba enamorado, aquella que me costó tanto conseguir. Mi novia.
-_____...
-¿Hmm?- dijo habriendo de a poco los ojos, era adorable.
-Ya son las 3.- dije señalando el reloj que había en la mesita de noche.
-¿Tan tarde?
-Afirmativo. ¿Llamo a recepción para que nos traigan la comida?
-Por favor.
Cogí el telefonillo que estaba pegado a la pared y llamé a recepción. Pedí comida para ambos y colgé. Volví a tumbarme en la cama. Ella debía de estar medio dormida.
Me acerqué a su oído.
-Ayer estuviste genial.- conseguí que se pusiese roja.- ¿No contestas?
-No
-¿Por que no?
-Tú sabes porque no.
Reí y hice que se girase y me mirase a la cara.
La besé y ella se colocó encima mío.
Estuvimos a punto de tener salseo de nuevo cuando llamaron a la puerta, lo que hizo que nos separaramos.
-Mierda, la comida.- dije levantandome y poniéndome los calzoncillos, que fue lo único que encontré.
Cuando abrí el camarero me miró con mala cara por mi indumentaria y me entregó la bandeja con la comida. Yo le sonreí levemente y cerré la puerta.
-¡_____! ¿Que haces ahí? ¡Ven a comer!- dije colocando la bandeja encima de una mesa.
-No puedo.
-¿Por qué?
-Estoy desnuda.
-Pues vistete.
-Pero estás tu delante.- dijo tapándose con las sábanas.
Reí.
-De verdad que cada día eres más imbécil.- me acerqué a ella y la destapé.- ¿Ves? No pasa nada. Bueno, sí que me pones un poco cachondo pero no pasa nada.
Se tapó con las manos ya que las sábanas nas tenía yo sujetas.
-Sabes que odio que hagas eso.- dijo agachando la cabeza roja como un tomate.
Reí.- Venga vistete, que no miro.- me di la vuelta y me senté a la mesa.
No pasó ni un minuto cuando ella se sentó a mi lado con una de mis camisetas puesta.
-Ya estás provocando.
-Yo no te provoco, es tu imaginación.
-Pues mi imaginación me la acaba de poner dura.
-Eres idiota.
Tras comer y tener un poco de salseo después de mis innumerables súplicas, decidimos empezar a prepararnos para salir a la noche, pues ya eran las 6 de la tarde, y no era plan de ir a la playa ahora.
Nos duchamos uno después del otro, (aunque yo hubiese querido que juntos) y nos empezamos vestir.
_____ llevaba un vestido lo suficientemente largo como para que no se le viese el ojete y bastante ajustado, con un escote que pondría a cien a cualquiera.
-¿No vas demasiado provocativa?- pregunté molesto, no me apetecía que cada tío mirase con deseo a mi novia.
-Es que quiero provocarte a ti.- sonrió y me besó.
-Pues lo has conseguido muyaya.- le agarré el culo y la pegué a mí- ya verás al volver.
Me sonrió y nos fuimos.