-¿Querrías venirte a Noruega conmigo a conocer a mi familia?- pregunté con la voz temblorosa.
Se quedó con la boca abierta. Joder. ¿Habría echo mal? ¿Es demasiado pronto? Puede, pero por desgracia ya no hay vuelta atrás.
Me cago en la puta, ¿Por qué no contesta? ¿La habré cagado? ¿Más aún? Joder, aquel silencio era matador. No podía más.
-Claro que quiero.- me sonrió.
Todo mi cuerpo suspiró aliviado.
Sonreí y la cogí en brazos para después levantarla en el aire, a lo que ella rió. La besé con ganas. Aún que aún me sentía mal por haberle echo aquello.
La tumbé en la cama y me separé de ella, sentándome en esta.
-Lo siento mucho _____...
-¿Qué sientes?- me hizo mirarla a los ojos.
-No poder habertelo dicho antes...te he hecho daño...soy el peor novio del mundo.
-¡Que dices! Eres el mejor novio del mundo.- se acercó a mi y me besó.- Eso fui yo que me monté mis películas.
-Pero también fue mi culpa.
-Bueno, pues de los dos.- se sentó encima mío y me cogió por la camiseta.- ¿Quieres seguir discutiendo de esto?
-Claro que no.- la coloqué debajo mía y empecé a besarla mientras la desnudaba.
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Narra _____
-¿Lo llevas todo?
-Afirmativo.
-¿Estás segura? Ojo que es una semana entera.
-Ni que nos fuesemos cuatro años.- reí.
-¿Llevas ropa abrigada? Va a empezar diciembre y allí esta es la época de más frío, no quiero que enfermes.- me abrazó y luego se separó- Pero algún conjunto de lencería llévate que en mi cuarto ya te doy yo calor.- me giñó el ojo.
Me puse roja y lo empujé para atrás.
-Rubius, que va estar tu familia en la misma casa idiota.- reí.
-No te tayes, mi cuarto está en el desván.- me agarró por la cintura.- está insonorizado y hay cerradura.- bajó sus manos y apretó mi trasero. Sonrió.
-Sigue sin parecerme bien.- apoyé mi cabeza en su pecho.
-Bueno, señorita estrecha, vámonos.- rió y me empujó levemente hacia la puerta.
Me paré en seco y me giré.
-¿Acabas de llamarme estrecha?- fruncí el ceño.
-Esto...¿sí?- se puso nervioso.- E-era una broma, no te enfades por favor.- agachó la cabeza.- Lo siento cariño.
Estallé en carcajadas.
Entre risas. -Vaya, si que te tengo dominado.- tomé aire- me gusta.
Tiré de su camiseta hacia abajo y le besé.
-Joder, que susto me has dado cabrona.- rió.
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Ya habíamos despegado hacia Noruega, la verdad, es que no había pensado en una cosa. Iba a su casa, a conocer a sus padres. Una semana. A convivir con toda su familia materna. ¿Y si no les caigo bien? ¿Y si ven que no soy lo suficiente para Rubén? ¿Le obligarán a dejarme? ¿El me dejaría porque su familia no aprueba nuestra relación? ¿Acaso Rubén les mencionó algo siquiera de que su novia iba ir con él a visitarles?
Tenía miedo. Muchísimo miedo.
-Rubén...- le saqué de sus pensamientos.
-Dime.- contestó muy alegre.
-¿Tu familia sabe que soy tu novia?
-Claro, se lo conté todo hace un par de semanas y ellos quisieron que fuéramos para conocerte.- me sonrió.- ¿A caso estás nerviosa?
-Un poco la verdad...- miré hacia abajo.- Quiero caerles bien
-Les caerás bien mi niña, ya lo verás.- besó mi mejilla- ¿Como no iba a caerles bien la mejor chica del mundo?
