No sé después de cuanto tiempo nos separamos. Pero para mí fue poco. Demasiado poco.
-Gracias.- sonrió, y se dispuso a irse.
-Espera.-reaccioné.
-¿Que ocurre?
-¿Ya está?
-¿El que?
-Esto.
-Tú lo dejaste.
-Yo no sabía nada.
-No me dejaste explicarme.
-Estaba destrozada.
-¿Crees que yo no?
-Pero de una manera distinta.
-¿Distinta?
-Sí. Yo porque creía que me engañaras, y tú porque no te dejé explicarte. No es lo mismo.
-Pero duele igual.
-Duele menos al más fuerte.
-Duele si es la persona de la que estás enamorado.
-Quién más te quiere más daño te hace.
-Que estupidez. Quien te quiere nunca querrá hacerte daño. Porque te quiere. Y si te lo hace, nunca te ha querido.
-Tú me hiciste daño.
-No. Esa puta foto te hizo daño, no yo. El plan de Diego te hizo daño, no yo. Tu mente te hizo daño, no yo. Yo nunca te haría daño.
-¿Nunca?
-Nunca.
-¿Por que quieres tan solo a una persona teniendo a cientos detrás con las que poder estar día tras día?
-Porque ninguna de esas cientos es la que quiero. Mírame.
-¿A que te refieres?
-Mira como he estado estas dos semanas si ti. Mírame. Estoy echo una mierda. No sé ni como he sobrevivido.
-Lo has hecho.
-De la manera más pésima posible. Llevo borracho 15 días. Estoy harto.
-¿De que?
-De no tenerte a mi lado. Joder, te necesito. ¿Es que no lo ves? No puede estar sin ti. Tú me haces feliz, y quiero estar contigo. Quiero cuidarte y protejerte. Quiero que al despertar estés durmiendo a mi lado. ¿Es mucho pedir?
-Rubén...
-_____.
-¿Por que te gusto?
-Por todo. Porque eres perfecta, porque me haces feliz. Porque desde que te conozco no he querido conocer a nadie más. A nadie. No sé que me has echo. Yo antes no era así. Yo nunca lloré por una chica. Y cuando una era difícil pasaba de ella y me iba con otra. Y si era una estrecha, pasaba de su culo. Pero contigo es diferente. Contigo me siento como nunca me he sentido. Siento que me da igual lo que hagas, porque siempre estaré enamorado de ti. Y no pienso privarme del sencillo placer de decir la verdad. Porque estoy enamorado de ti. Y no me importaría ni lo más mínimo pasar el resto de mi vida contigo.
-¿Lo dices de verdad?
-Dicen que los borrachos siempre dicen la verdad ¿n...
No lo dejé terminar. Salté sobre el enrrollando mis piernas en su cintura. Cogí su cara con mis manos y le besé. Sí. Le besé. Le besé todo lo que me debía de esas dos semanas sin él. Claro que el también correspondió al beso. Claro que también rodeó mi cintura con sus brazos. Porque claro que me quiere. Y yo a él. Y eso no se puede cambiar. Ni lo quiero cambiar.
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