Capítulo 29

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-Yo...debo irme a hacer unas cosas.- me marché corriendo.

Narra Rubius

Sabía que _____ estaba muy enfadada conmigo, pero iba a hacer que dejase de estarlo. Cuando alquilé na habitación del hotel también hice una reserva para la noche del último día en un restaurante carísimo que estaba muy bien visto aquí en Barcelona. Seguro que a ella le encantaría y así me perdonaría.

Me dormí pensando en ello. Cuando me desperté _____ no estaba. Supuse que ya se habría levantado a hacer algo.

-¡_______! - grité pero nadie respondió. Que raro.

Miré el reloj. ¡MIERDA! ¿LAS 4 YA? ¡Pero es imposible! Tenía que empezar rápido a preparar las cosas para esta noche. Todo tenía que ser perfecto.

Llamé al restaurante para comprobar que todo estuviese correcto y fui lo más rápido que pude hasta una tienda para comprarme un traje. La ocasión lo merece.

Cuando volví de comprarlo _____ ya estaba en casa.

-¿De donde vienes?- preguntó acercándose a mí, suerte que me dió tiempo a esconder el traje antes de que lo viese.

-Me desperté tarde y fui a dar un paseo para despejarme.- dije nervioso.

-Ah, de acuerdo. Yo me voy a la playa. A las ocho vuelvo, ¿vale?

-Claro.- le sonreí, aun que por dentro estaba furioso. Espero que ningún tío se le acercase a _____, porque yo no puedo ir con ella ya que tengo que preparar todo.

Cuando se fue me probé el traje. Me sentaba genial, todo hay que decirlo. En vez de corbata, me puse una pajarita, que me gustaba más. La verdad, no sé porque nunca había usado traje.

A demás de lo del restaurante, antes de venir a Barcelona fui a una joyería y le compré a _____ un collar de diamantes que me costó bastante, pero todo sea por mi chica. A parte hoy hacíamos ya dos meses. Era todo perfecto.

De camino al restaurante me fui preparando lo que iba a decirle. Cuando vi que eran las ocho y diez, la llamé.

-Ponte guapa y ven ahora a la dirección ______.

-¿Para qué?

-Tú sólo ven.- dije y colgué.

Le dije al camarero que tardaría sobre media hora en venir y yo me senté a esperar que llegase.

La vi por la ventana mientras se acercaba. Joder, iba preciosa.

Llevaba un vestido blanco palabra de honor apretado en el pecho y las costillas y luego suelto hasta la mitad del muslo. El pelo lo llevaba suelto y un poco ondulado en las puntas. No iba maquillada. Era algo que me encantaba de ella. Nunca iba maquillada. Siempre decía que lo odiaba, que le parecía "antinatural".

Cuando entró el recepcionista le señaló nuestra mesa. Yo me levanté y esperé sonriente a que llegase hasta aquí.

-¿Que es esto Rubén?

-Tu sorpresa. Dije que te compensaría.

-Pero esto es demasiado- miró hacia todos lados.

-Es lo que tú te mereces.- le agarré las manos.-Sé que he sido un idiota pero solo lo he sido porque te quiero, y no quiero separarme de ti. Perdón por ser un imbécil todo el rato, y gracias por cuidarme siempre. Eres lo mejor que me ha pasado.

Me pusé de rodillas.

-Y te he comprado esto.- abrí la caja dejando ver el precioso collar que encajaría perfectamente en su cuello.

-Yo..no se que decir...muchas gracias Rubius.- me abrazó.

Se dió la vuelta y se levantó el pelo. Yo le puse el collar.

-Te queda precioso.

Sonrió y rodeó sus brazos a mi cuello.

-Te quiero.- me besó.- felices dos meses.

-Felices dos meses.- sonreí y la besé.

Historia youtuber. (ElRubius & you)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora