Narra Rubius
Estaba durmiendo con _____ cuando el timbre de la puerta me despertó.
Como vi que Mangel no abría ya que seguían timbrando me levanté y fui yo.
-¿M-mamá?
-¡Hola hijo! - me saludó. Mi hermana y el padrino hicieron lo mismo.
-¿Que hacéis aquí?- pregunté rascándome la cabeza.
-Veníamos a visitarte.
-¿Y por qué no avisasteis?
-Queríamos que fuese una sorpresa.
De repente, mi hermana llegó corriendo y se abrazó a mi pierna.
-Rubén, hay una chica durmiendo en tu habitación.
Me puse como un tomate.
-Lo-lo sé.- reí nervioso.
-¿Quién es?- preguntó el padrino.
-N-nadie.
-¿Nadie pero está durmiendo en tu cama?
-Bueno, em sí...es, es mi novia.- tragué saliva.
-¿Tienes novia? ¡Es genial hijo! ¿Por qué no nos lo dijiste?
-Era muy pronto, y quería esperar a que la relación fuese más seria y tal...- me interrumpió.
-¿Podemos conocerla?- dijo con la mirada brillante.
Suspiré. -Claro que sí mamá.- forcé una sonrisa.
Fui a la habitación a despertar a _____.
-Hmm, ¿que coño te pasa? Dejame dormir.- se tapó la cabeza con la almohada.
-Eh, nada importante. Mi familia ha venido de improvisto y mi hermana te ha visto aquí y he tenido que confesarles que eres mi novia y quieren conocerte y por eso he venido.
Levantó la cabeza y me miró con los ojos como platos.
-¿Estás de coña no es así?
-Ojalá lo estuviese.
-Dios...ahora me visto.
-¿Te ayudo?- sonreí.
-Pírate.
Narra _____
Espera, rebobina. Fuera de esa habitación están los padres y la hermana de Rubius. A los cuales tendré que presentarme como su novia. Y tendré que causar buena impresión.
-Espera.- le dije antes de que saliese por la puerta. -No puedo hacerlo.
-¿Como que no? Sólo es presentarte delante de tres personas. ¿Que es lo que te pasa?
-Me da vergüenza.- agaché la cabeza.
-Estás muy mona cuando te pones roja.- se sentó a mi lado y besó mi mejilla. -No va a pasar nada malo.- me abrazó.
***
Acabé de calzarme y me di un último repaso para ver si estaba presentable antes de salir.
Cuando llegué estaban todos sentados en el sofá y dirigieron la vista para mirarme de arriba a abajo, lo que me incomodó mucho.
Rubius se levantó, se puso a mi lado y pasó su brazo por mi cintura.
-Mamá, padrino, hermanita, esta es _____.- dijo sonriente.
Yo también les sonreí y los saludé uno por uno.
Estuvimos durante un largo rato hablando hasta que recibí un mensaje de Sara diciéndome que si volvía ya a casa. Me excusé y me fui de allí.
Narra Rubius
En cuando _____ salió por la puerta me dirigí a mi familia.
-Y bien, ¿que os ha parecido?- sonreí, aún que estaba bastante nervioso.
-Es una buena chica.-aprobó mi madre. -Después de tu última novia pensamos que solo podrías ir a peor, pero me has sorprendido bastante.- reímos.
-Es muy agradable, espero que os dure mucho.- prosiguió el padrino.
-¿Y tu qué?- me dirigí a mi hermana pequeña.
-Es muy guapa.-ambos sonreímos.
-Lo sé.
-Pero no más que yo.-dijo con tono de superioridad.
-Nadie es más guapa que tú.- le hice una carantoña.
***
-¿Seguro que no os queréis quedar aquí a dormir? No es molestia para mí ni para Mangel.
-No tranquilo, ya buscamos un hotel. Además así puedes traerte a tu novia.- el padrino me guiñó un ojo, y mi madre le dió un codazo. Yo reí ante la escena.
Cuándo se fueron llamé a _____ para que viniera. Llegó en poco tiempo nos fuimos a mi habitación.
-Les has caído muy bien a mis padres y a mi hermana, ¿sabías?- dije mientras ella estaba tumbada encima mío mirándome.
-Normal, yo le caigo bien a todo el mundo.- sonrió y la besé.
-Oye, ¿te importaría mañana venir a comer con nosotros?
-Claro que no.
-Siento todo esto.
-No es tu culpa.- acarició mi pelo. -Además, no me importa. Ya me he presentado, ya ha pasado lo peor.- rió.
La comida del día siguiente fue muy bien. Me alegraba mucho ver que mi novia y mi familia se llevaran tan bien. En algunas ocasiones me pregunté cuando querrá ella presentarme a su familia. Ella tiene tres hermanos, y uno es un hombre. Como le caiga mal la tengo buena. Y con su padre igual.
La semana que mi familia estuvo de visita en Madrid pasó deprisa. Desde el día que comimos a penas volvimos a estar con _____ porque tenía clases y casi no tenía tiempo, pero me acompañó cuando los llevé al aeropuerto.
Nos despedimos y volvimos a mi casa cogidos de la mano por la calle. La pregunta que me hice el día de la comida revoloteaba en mi cabeza. En un momento me armé de valor y hablé.
-_____, ¿tú cuando me presentarás a tu familia?