No podía dormir así que me dediqué a viciar all night. Sobre las siete de la mañana me entró sueño y me fui a dormir.
Me levanté a las tres de la tarde y fui a la cocina a hacerme la comida. Al llegar vi qur Mangel me había preparado un plato y estaba sentado al lado de éste. No le miré.
-Rubiuh, sientateh...
-¿Por qué debería hacerlo?- me paré y le miré con odio.
-Yoh lo sientoh muchoh. No seh pohque dije esoh...ehtaba borrachoh y no controlabah. Perdoname poh favóh...
-Me dolió que me dijese aquello Miguel.- sí, estaba enfadado y no se porque le llamé Miguel. -Sabes lo que siento por _____...
-Lo seh.- sonrió. -No te tomeh a mal lo que te dijeh, seguro que le guhtah. Yo no voy a intentah na' con ella.
-Gracias Mangel.- se levantó y nos dimos un abrazo.
Nos separamos y empecé a devorar lo que él me había preparado.
Cuando estaba acabando mi móvil sonó.
*Conversación telefónica*
-¿Diga?- dije con la boca llena.
-Oh, lo siento. ¿Te pillo comiéndote alguna polla?- la risa de _____ se escuchó por el otro lado de la línea.
-¿Eh? ¡No! Estoy comiendo. Sabes que yo sólo tengo boca para el género femenino. ( ͡° ͜ʖ ͡°)
Rió. -¿Podéis veniros tú y Mangel a mi casa? Quiero grabar un sketch y necesito gente que sepa, además así me dais promo.
-Claro muyaya.- reí- en una hora estamos allí.
-Perf.
*Fin de la conversación telefónica*
-MAHEEEEEE.
-Ehtoy a tu lado Rubiuh.- estalló en carcajadas al ver que yo no sabía de su posición.
-En una hora vamos a casa de _____ a grabar un sketch.
-Valeeh.
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Acabamos de vestirnos y fuimos a casa de _____. Ésta nos recibió y nos dió los guiones con forme a lo que teníamos que ir diciendo y nos dió algunas explicaciones sobre de que iba el vídeo y para que era.
Salimos a la calle y lo grabamos por diversos sitios poco transitados para que no hubiese gente en medio molestando. Tardamos unas tres horas y cuando acabamos _____ nos invitó a tomar algo para recompensarnos por la ayuda.
-¡Andah! Ahora que loh pienso... He quedao' con Cheeto para haceh unah cosah... Ah sio un placeh _____, ya noh veremoh otro díah.- se despidió de ambos y me guiñó un ojo.
Se alejó rápidamente.
-Bueno muyaya, nos hemos quedado sólos, creo que esto es el destino.- la rodee con mi brazo y acerqué mi cara a la suya.
-Seguro que sí.- empezó a caminar dejandome atrás.
La alcancé y le sujeté el brazo haciendo que parara. Se giró hacia mí.
-Quiero ir al Starbucks, así me devuelves la del otro día.- le giñé un ojo.
-Me parece bien, vamos.
Cuando llegamos pedimos nuestras bebidas y nos sentamos en una mesa.
Me contó de ella y yo de mí. Por lo que se ve tiene tres hermanos, una pequeña y dos mayores, un perro en casa de sus padres, y un gato en la suya. Que ya lleva un año en la universidad y está estudiando periodismo.
Me encantaba poder hablar con ella solos por fin, era incluso mejor que en mi sueño. Aun que no pudiese besarla, o llevarla a dormir a mi casa.
Ya se estaba haciendo tarde, y la acompañé a casa. Cuando iba a irse, tuve una formidable idea.
-Bueno, hasta otro día.- me acerque a ella y cerré los ojos, poniendo morritos para poder llegar a su boca, pero su mano frenó mi acción.
-¿Que haces?- rió y dió un paso hacia atrás.
-¿No ha colado no? Es que me tientas muyaya. -puse cara seductora.
-Guarda tus instintos y no vuelvas a hacerlo.- sonrió.
-¿Por qué? ¿No te gusta?- volví a acercarme.
-No, es que ya tengo a otra persona para eso.
Me puse serio.
-¿Qué?
-Que tengo novio.- sonrió.
Mi corazón se hizo pedazos en aquel momento. Me tensé. No supe que decir y agaché la cabeza.
-Ah, vale. Yo, no lo sabía.
-Claro que no.- sonrió, supongo que no notó mi cambio. -Mira, allí está. Ven que te lo presento.
Me giré. Vi a un chico poco menos alto que yo, moreno y con los ojos azules. Parecía estar bastante fuerte.
_____ se acercó a él, rodeó su cuello con sus brazos y lo besó. A él, a aquel chico que no era yo.
-Mira Rubius, este es David. David, Rubius.
Le saludé chocandole el hombro, cuando lo que verdaderamente me apetecía era partirle la cara.