Sigue narrando Rubius
Mañana era nuestro aniversario con _____. Llamé a Mangel para que me ayudase a preparar todo lo que tenía pensado hacer para _____.
Había alquilado una casa con piscina durante todo el día. Y a demás le había preparado a _____ una gincana por toda la casa para que encontrase su regalo.
Todo era perfecto.
No había hablado con ella desde ayer ni habíamos comentado nada sobre el aniversario, así la pillaría más de sorpresa.
Eran las once. Estaba muy nervioso. A las doce haríamos oficialmente cuatro meses e iría a buscarla a su casa para llevarla a su regalo. Vigilé que todo estubiera perfecto y con mis mejores zapatillas salí hacia su casa.
Me abrió con los ojos algo cerrados por la hora, pero aún iba vestida.
-¿Que pasa Rubius?- bostezó.
-¿Que que pasa? ¡Que hoy hacemos cuatro meses!- la cogí en brazos y la levanté.
-Creí que lo olvidaras.- me miró sorprendida.
-¿Como voy a olvidarlo? ¡Venga, vamos! Y ponte esto.- le mostré una venda para los ojos. Cogió una bolsa, se puso la venda y nos fuimos.
Fui con cuidado al guiarla por si se caía, suerte que la casa estaba cerca.
Llegamos frente a la puerta.
Le quité la venda.
Ella miraba estupefacta la casa, y luego me miró a mi.
-Rubén, ¿que has echo?
-La he alquilado durante todo el día sólo para nosotros.- la abrazé por la espalda.- ¿Te gusta?
-¿Que si me gusta? ¡Me encanta!- me besó- Pero debes dejar de gastarte tanto dinero en mí.
-Eres mi chica y te mereces esto y mucho más.- me sonrió.- vamos adentro.
La verdad es que yo ya había visto la casa pero igualmente me sorprendí al entrar de nuevo. La verdad es que era espectacular.
-Te tengo otro regalo.
-¿Otro más?- se giró hacia mí.
-Sí. Pero tendrás que encontrarlo.
-¿Encontrarlo? ¿Como?
-Con una gincana. Tendrás que ir buscando pistas y estas te llevaran al regalo.
Suspiró.-Mira que te conplicas eh.- rió.- De acuerdo.
Le señalé la primera pista. Las pistas se basaban en acertijos que ella debía adivinar y averiguar de que parte concreta de la casa habla, buscarla y allí encontraría la siguiente pista, hasta llegar al regalo.
No pude reírme más. Era muy torpe y se ponía nerviosa así que le costaba más resolver las pistas. Era tan mona cuando se enfadaba ella sola. Me encantaba hacerla rabiar.
Narra _____
Joder, Rubius me está volviendo loco con estos acertijos de mierda. Ya estoy cansada. ¿Cuantos quedan? Fue lo que le pregunté. A lo que el contestó un "ahhhhhhh" que mostraba lo bien que se lo estaba pasando con esto. Imbécil. Pero le quería más que a nada.
Una de las pistas me llevó a la habitación. La pista decía: "Llevame allí si no quieres que me doble" Era obvio que se refería al armario. Ojalá todas las pistas fueran así de fáciles joder. Lo abrí y había un paquete. Rompí poco a poco el papel de regalo que lo cubría, hasta dejar ver una bonita camiseta de Charmander echa de mi talla. Sonreí al verla.
-¡Muchas gracias!- le abracé. Él sabía que me encantaba Pokemon.- Espera aquí.- Fui corriendo abajo a por su regalo. Él me siguió.
Lo saqué sonriente de la bolsa.
-Toma.- se lo entregué.
Narra Rubius
Me dió una especie de caja fina rectangular no muy grande. Me dispuse a deshacerme del papel de regalo que lo cubría. Al verlo se me iluminaron los ojos.
-¡PERO ES IMPOSIBLE! ¿COMO HAS CONSEGUIDO ESTE JUEGO? ¡LLEVO MESES BUSCANDOLO, Y POR INTERNET ERA CARISIMO! ¡JODER, COMO TE QUIERO!- la besé con ganas.
-Un mago nunca revela sus trucos.- dijo separándose de mí.
-Oye muyaya...- le susurré al oído.- ya son las cuatro de la mañana, estamos tu y yo sólos, es nuestro aniversario y ahí fuera hay una preciosa piscina... No sé si me sigues.- levanté las cejas.
-Pues claro que te sigo idiota.- se quitó la camiseta.
-Joder.- la subí encima de mi y la besé, hasta llegar a la piscina.
Empecé a desnudarla hasta que lo conseguí del todo, y sin pleno aviso la tiré al agua. Antes de que ella pudiese contestar nada yo también me desnudé y me tiré a la piscina.
-¡Que bruto! ¿Por qué me tiraste?- se quejó.
-Porque he querido. ¿No querrías quedarte fuera del agua no?
-No, pero podrías haber avisado...
-La vida siempre sabe mejor con un poco de locura.- junté nuestros cuerpos desnudos.