—Vuelvo a las cinco. No le den trabajo a Nara —decía Nanami a los niños, mientras se colocaba el saco.
—¿Nos compras helado? —Preguntó Nobara sosteniéndose de la pierna del rubio.
—No. Hay frutas en la nevera.
—Pero somos buenos —dijo Yūji colgándose de la pierna derecha de Nanami.
—No. Les dará caries.
—Oh no —dijo Satoru acercándose a ellos. —Nana nos manda a cepillar los dientes.
—¿Y? No tendrán helado, hace poco comieron algodón de azúcar.
—¡Eso fue hace tiempo! —Se quejó Megumi dejando caer los hombros.
Cuando Nanami iba a negar, escuchó un quejido en la cocina. Contó a los niños y, al notar que todos estaban alrededor suyo, supo que fue Nara. Tomó a los pequeños que Nobara y Yūji de sus piernas y los cargó hasta la cocina. Allí notó a Nara de espaldas inclinada en el fregadero. Dejó a los niños en el suelo para luego acercarse a ella.
—¿Estás bien?
La castaña saltó en su sitio del susto, pero suspiró al ver que se trataba de Nanami.
—Es un pequeño corte, no es grave —le restó importancia dejando que el agua corriera por su dedo. —Eso es tuyo —señaló hacia la barra.
El rubio giró viendo hacia esa dirección notando un bento con una nota que decía Nanami en letra cursiva. Frunció levemente el ceño confundido. ¿Suyo?
—Yo no tengo un bento.
—Ahora sí —dijo envolviendo una servilleta en su dedo, seguido se acercó a la barra. —Mira, te hice almuerzo para que no tengas que comprar —dijo levantando la tapa. —¿Se ve lindo no?
—Nana, quiero ver —dijo Nobara levantando sus brazos.
Nara se inclinó para levantarla, pero Nanami la tomó en brazos antes de que ella pudiese hacerlo.
—Ay, que bonito —sonrió la pequeña. —¿Me haces uno Nana?
—En el almuerzo —le sonrió. —Ese es de Nanami.
—Yo también quiero —dijo Yūji sin saber de qué hablaban.
—Esta bien.
—¿Te cortaste haciendo esto? —Preguntó Nanami acomodando a Nobara en sus brazos.
—Sí —rió avergonzada. —Olvidé que el cuchillo era nuevo.
Nanami suspiró dejando a la pequeña en el suelo. A continuación, tomó la mano de Nara apartando la servilleta para ver el corte. Al notar que no era profundo se dirigió hacia el armario del pasillo. Allí tomó el botiquín de primeros auxilios y saco agua oxigenada. Sin permitir que la castaña se negara, colocó un poco en la herida y luego secó. Mientras buscaba las banditas Nara habló.
—Pochacco.
—¿Eh?
—La bandita de Pochacco no me gusta mucho Hello Kitty.
Sin saber de qué estaba hablando, Nanami señaló las banditas y ella asintió. Le mostró la de la gatita y tras la negación de ella, tomó la del perrito. Con cuidado la envolvió en la herida y luego cerró el botiquín.
—¿Y el besito? —Preguntó Satoru viéndolos desde lejos con Megumi y Sukuna.
—¿Qué beso? —Preguntó Nanami caminando hacia el pasillo.
—El besito para que se cure el bubu de Nana —respondió el peliblanco acercándose.
—No necesita beso, Satoru —dijo Nara tapando el bento de Nanami. —Es muy pequeño.
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Nana de hechiceros |Nanami Kento|
FanfictionCuando Nara propuso que salieran a divertirse no esperaba terminar con cinco niños y una gran responsabilidad. Tras lo que se suponía sería una tarde divertida, se tornó una noche y madrugada ajetreada. Siendo asistente de Gojō la castaña podía espe...