izana

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¿Que es lo que mas miedo da?

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¿Que es lo que mas miedo da?

Mucha gente responde; la muerte, ser extremadamente pobre o cosas sencillas.

Pero tu siempre diras que es ser la obsesión de un mafioso loco.

Ya habían pasado 15 años desde que lo conociste, en ese momento izana era alguien débil, lo encontraste siendo molestado por un grupo de niños.

No eras alguien que peleaba, pero te sabias defender, fue lo peor que pudiste hacer, pero dios, ¿quien iba a creer que ese niño estaba loco?

Después de ese dia lo seguiste viendo, curiosamente apareció en tu mismo colegio y luego en tu misma universidad estudiando lo mismo.

-Felices 25 años- Miraste a Izana, la gente creía que eran amigos, pero eso estaba lejos de la realidad.

- ¿Igualmente?, cumpliste los 27 hace una semana.

- ¿Si recuerdas mi cumpleaños?- giraste los ojos, el te hizo un escandalo sobre eso- ¿Entonces vamos a festejar?

Sabias lo que quería, Izana a pesar de haberte encerrado, encadenado, intentar romperte los tobillos, las muñecas, usar drogas y miles de cosas, jamás te había violado o hecho algo relacionado a eso.

De todas formas eso no era nada por lo que a veces decía querer hacerte.

¡DE TODAS FORMAS ESTABA LOCO!

-No, sabes bien que soy hetero.

- ¿si?- El acaricio tu cuello- esas noches no decías lo mismo.

-Estaba drogado, Izana, incluso si fuera gay, yo no seria el que se dejaría meter un pene en el culo.

- Puedo ser yo- lo miraste.

Ibas a cruzar la calle para ir hacia la cafetería, tal vez fue descuido tuyo no notar el chico en la bicicleta provocando casi un accidente.

Pero para Izana la culpa la tuvo aquel chico, lo observaste apuntarle con una pistola asi que la agarraste para ocultarla, aunque era de noche la gente podia ver.

- ¿Estas idiota?- Izana te miro, usando esos ojos que demostraban cuanta maldad había dentro de el, tu cuerpo tembló levemente.

El te daba miedo, pero a veces te olvidabas que el estaba lejos de ser alguien normal.

Y no solo lo decías por su obsesión y sobre protección, si no por el hecho de que estaba metido en cosas ilegales.

- Aléjate, te rozo con su bicicleta- El empujo tu cuerpo.

-Izana- lo miraste asustado, el moreno suspiro y se acercó.

-Perdon, ¿te asuste? - El chico quedo mirándote algo nervioso, tal vez había comenzado a respirar.

- ¿Vamos a comer?, yo invito.

-Vamos a mi casa- el sugirió, asentiste rápidamente, preferías tenerlo lejos del ojo público.

Después de hacerle algo de comer, comenzaron a hablar y jugar cartas.

Esos pequeños momentos te hacían olvidar que el era un mafioso, loco, que no le importaba lastimar ni siquiera a un niño.

Pero sabias que el no lo iba a dejar ahi, después de una semana te llego la noticia que un estudiando de atletismo había muerto, cuando viste su rostro reconociste aquel pobre chico.

¿Enserio había hecho un escándalo solo por algo así?, ni siquiera te había tocado.

Pero la situación te hartaba.

No lograbas entenderlo, el te confundía, hacia cosas que provocaban que tu corazón latiera de alegría y otra vez en las que se paraba del susto.

En ocasiones intentabas romantizar cosas que el hacía, pero sabias que estaba mal.

- ¿Te vas? - lo viste frente a ti, vestido como alguien que representa elegancia, su cabello peinado y su ropa limpia.

-No me hables- Golpeaste su hombro y caminaste hacia la salida.

- Si no te hubiera tocado.... no lo hubiera matado.

-No me toco, fue mi culpa.

- ¿Y que?- lo miraste- incluso si es tu culpa, incluso si llegas a matar a todo el mundo, incluso si cometes miles de crimines, nunca voy a dejar que nadie te toque- viste como aparecía su sonrisa- si alguien te toca un solo cabello, yo cortare sus dedos- el te miraba con los ojos bien abiertos y una sonrisa de oreja a oreja- no puedo sacarle los ojos a toda la gente porque se que te iras de mi lado, pero odio cuando te miran otras personas, incluso cuando tienes que hablar con tus amigos, tu me perteneces, desde que nos conocimos- el se acercó- incluso si muero, incluso en otros destinos, tu y yo siempre estaremos juntos.

-Me das miedo- te alejaste- estás loco- Izana dejo de sonreír y su mirada se relajó- Detén esto de una vez, yo no soy de tu propiedad y no puedes matar solo porque me rozan el cuerpo- me das asco, no me vuelvas a buscar en tu vida.

-Si te vas- te detuviste a mitad de camino- me voy a matar.

-No me importa- Escuchaste el sonido de la pistola, te diste la vuelta y lo viste apuntándose, sus ojos lagrimeaban.

Y ahí estaba, el izana de 12 años que siempre te manipulaba cuando le decías que te irías de su vida, el sabía que eras débil ante el, después de todo lo amabas y te habías confesado varias veces ebrio o drogado.

Pero cada que el lo hacía lo rechazabas.

Tus manos temblaron ligeramente al verte presionar su frente- ¿Me vas a dejar? - El estaba mal, tu mandíbula tembló.

Y no es por el hecho de que te estuviera manipulando, porque si hubiera sido solo un berrinche te hubieras ido.

Pero Izana ya se había disparado más de una vez.

-N-no...- pronunciaste temblado- baja el arma.

-Yo no soy nadie sin ti, ¿lo sabes, ¿no? - sollozo- entonces... si te vas para siempre, ¿qué propósito tengo de vivir?

-Izana..bájala- susurraste- no me iré, ¿si?

Lo odiabas.

Lo odiabas desde el fondo de tu alma.

Pero te odiabas a ti, porque tu también estabas igual de loco.

Porque tal vez fue ese "rescate".

Solo tuviste que haber golpeado a esos chicos, pero tu los habías matados y lo hiciste cuando lo había vuelto a molestar.

¿Por qué?

Solo porque Izana se veía tan indefenso y siempre acababa en el hospital, golpeado, al borde de la muerte.

Tus manos agarraron la suya, pero él no la iba a soltar- ¿Y si nos morimos juntos? - tragaste saliva- ¿No se escucha romántico?

Una de sus manos paso por ti cintura, fue algo que solo hiciste, por impulso, agarraste su rostro para comenzar a besarlo, Izana siguió el beso como si fuera lo mas normal, tus piernas se impulsaron para enrollarte en su cadera, Izana dejo caer el arma para agarrarte bien, sus manos tocaron todo tu cuerpo mientras sus piernas se acercaban a la pared mas cercana.

Te alejaste de sus labios, pero el siguió, su boca bajo a tu cuello, succionando tu piel y mordiéndola.

- ¿Esta vez debería buscar una cadena más larga? - sus manos fueron a tu cuello- así no escaparías hoy.

-No me escapare.

-No soy idiota- Izana levanto su cabeza- se que te iras.


One shot- Tokyo RevengersDonde viven las historias. Descúbrelo ahora