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1,64 de altura, cabello canoso, rostro arrugado y un cuerpo con sobrepeso, siempre vestía con un traje formal, sus dedos llenos de anillos de oro y plata, su poco cabello bien peinado y el apestoso olor a tabaco en su boca.
-Princesa siéntate en mis piernas- arrugaste tu nariz cuando el aire del tabaco inundo tus fosas nasales.
-Claro- sus costosos anillos que no dejaban ver sus dedos se posaron en tu muslo, tocando el fino vestido que él te había dado.
Hanma se estaba demorando demasiado con la muerte de este hombre, pero sabias que el quería que te diera todo para luego venderlo.
Hanma entro en la habitación sonriendo como un loco, su costoso traje fino que siempre estaba bien planchado, ahora se encontraba algo arrugado del cuello y botones, el cinturon estaba en perfecto estado, pero la cremallera estaba hacia abajo dejando ver su bóxer azul.
- ¡Shuji!- aquel hombre sonrió para luego darte golpecitos en tu pierna- Que bueno volver a verte.
Te quedaste parada mirando a los dos hombres hablar, Hanma tenía que verlo hacia abajo, aun así levantaba su vista para verte, saboreo sus labios al verte con ese vestido color vino con una abertura en tus pechos.
- ¿Es tu hija? - hablo con algo de burla Hanma.
- ¿Mi hija? - El hombre se empezó a reír- es mi nuevo juguete, ¿qué te parece?, tengo un buen ojo.
-Lo tienes- Hanma sonrió- ¿me la prestas? - el hombre dejo de sonreír.
- ¿Quieres que te mate?
- ¿Tu a mi?- Hanma se empezó a reir.
-No puedes tocar algo que es mío, Shuji, aunque sea una broma no me dio gracia.
- ¿Broma?- Hanma saco la pistola y la puso en su cabeza- ¿Desde cuando mi mujer es de tu propiedad?, ¿te gusto tocarla? - Hanma sonrió- ¿Disfrutaste?, te di algo de versión antes de matarte.
-Los matare a los dos- El hombre iba a tocar un botón pero Hanma golpeo su mano y apretó el gatillo de la pistola, la sangre pronto se convirtió en un charco fluyendo por el piso y llegando hasta la punta de tus tacones.
Hanma se sentó y te hizo una señal para que camines- ¿Tuviste sexo con el?
-No- hablaste, el bajo el tirante de tu vestido.
-Si que era un morboso, ¿no usabas sostén?- El sonrió, levantando el vestido por tus brazos- Es muy ligero.
-Es costoso- susurraste- puedes venderlo- Había colonia de mujer en su cuerpo, era lo que mas desprendía, no su costoso perfume que solía usar cuando salía de casa- Shuji, ¿estuviste con una mujer?
El dejo de tocar tu cuerpo- No, ¿porque estaría con otra mujer que no fueras tu?- te reiste.
