7 horas más tarde lograron llegar a su destino.
-No tengo trasero en estos momentos.- decía Axel adolorido mientras terminaba de bajar del avión.
-Axel, nunca has tenido.- le respondió Raven.
-Más que tú, sí.
-Chicos me duele la cabeza. No comiencen a discutir ahora.- dijo Eli mientras se frotaba la sien.
-¿Te encuentras bien?- preguntó Samantha mientras se acercaba a ella.
-Sí. Sólo es por la falta de sueño. No pude dormir nada.- mencionó cansada.
-Yo tampoco.- le contestó su amiga.
-De acuerdo, ¿qué procede ahora?- preguntó Tom mientras observaba a los demás.
-Mi madre no tarda en llegar. Le marqué antes de que nos subiéramos al avión y ahorita le llamaré de nuevo para avisarle que ya estamos aquí.- contestó Samantha mientras los observaba a todos.
Estaba a punto de marcar, pero en eso, una voz familiar la interrumpió.
-Cariño, no es necesario que me marques. Ya estoy aquí.- dijo una señora detrás de ella. Era Alice, su madre.
Samantha se sorprendió pero eso no fue impedimento para que se dirigiera rápidamente hacia ella y la abrazara cálidamente.
-¿Ya nos estabas esperando?- preguntó mientras se incorporaba nuevamente.
-Algo así.- le respondió Alice.
Su madre tenía las mismas características que Sam; era una mujer atractiva de cabello chino y un poco desalineado, los ojos ámbar, la piel cremosa de color canela, y un par de lunares característicos que les daban un toque a sus rostros. La edad para aquella dama parecía ser incierta.
-Parecen hermanas.- susurró Axel. Al instante recibió un codazo por parte de Raven.
Él chico se quejó por lo bajo provocando que Alice girara hacia ellos.
-¡Oh! Perdonen- se disculpó la mujer mientras daba un par de pasos adelante. -Soy Alice Blower, un gusto.
Extendió su mano y Eli le correspondió.
-Mi nombre es Elizabeth Marrón. Pero puede llamarme Eli.
-Qué linda niña.- dijo con dulzura mientras la observaba unos segundos. Después se dirigió a Raven y esta se presentó.
-Yo soy Raven Fortin.- estrecharon sus manos, y la señora a pesar de ver los tatuajes de la joven no dijo nada. Sólo sonrió con calidez.
Así era la madre de Sam. No juzgaba a las personas por sus gustos o preferencias.
Ella era demasiado empática y opinaba libremente, pero sin dañar o denigrar. Eso se lo había enseñado desde muy pequeña.
-¿Y quién de ustedes caballeros es Tom?- preguntó imprudentemente haciendo que Samantha se sonrojara un poco.
-Soy yo el afortunado. Tom Williams, mucho gusto.- le respondió él y estrechó su mano.
-Pero qué educado muchacho.- contestó Alice y lo abrazó. Después de unos segundos, prosiguió. -De acuerdo ¿y los demás?
-Mi nombre es Axel Morin, y el de mi amigo es Jasper Clark.- contestó el joven con una sonrisa.
-Un gusto muchachos. Seguramente han de estar cansados... ¿Qué les parece si nos dirigimos a la casa?
-¡Oh, no! No podríamos. Pensábamos hospedarnos en un hotel.- contestó Raven.
-No sean modestos, son nuestras visitas. Vengan a nuestra casa.
-No queremos molestar.- agregó Tom.
-Pero si no es ninguna molestia. Además, ustedes vienen cansados ¿no? Pobrecitos, no han dormido nada. Allá en casa tenemos comida y ya les he preparado sus habitaciones.- comentó amablemente. Los chicos terminaron aceptando y agradecieron cortésmente.
-¿En verdad desconfían de ella? Es un amor.- susurró Axel.
-Tienes razón... No creo que ella haya hecho algo malo.- le contestó Eli en voz baja.
-No bajen la guardia, muchachos.- mencionó Raven mientras avanzaban.
Entraron a la camioneta de Alice y ella los dirigió a su hogar. Ahora todos estaban juntos y tenían las cosas su favor.
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El Diario de Hannah
Horror¿Alguna vez has tenido un amigo imaginario? ¿Alguna vez has fingido que tus muñecos están vivos al jugar con ellos? ¿Alguna vez has hablado solo? Qué tan alejado de la realidad es pensar que todo lo que creímos que era parte de nuestra imaginación...