Capítulo cincuenta y cinco: Abismo

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Todo es tan oscuro y... Distante.

¿Dónde me encuentro? Ni siquiera sé cuánto tiempo he estado aquí.

Es tan... Frío y... Solitario.

Siento cómo si estuviera en las profundidades de algún abismo.

Creo que ni siquiera puedo moverme.

No hay nada aquí.

Desde hace tiempo dejaron de escucharse los gritos de Jasper... Espera ¿Quién es Jasper?

¿Qué era lo que estaba diciendo?

Sólo sé, que todo es tan oscuro y... Distante.

No tengo idea de dónde me encuentro, ni cuánto tiempo he estado aquí...

Es tan frío y... Solitario.

Es cómo si estuviese en las profundidades de un oscuro abismo.

Ni siquiera me puedo mover...

Desde hace tiempo dejaron de escucharse los gritos de aquél joven... Espera ¿quién era él?

¿Por qué no puedo recordar?

¿Quién soy yo?

No lo sé...

Sólo sé que todo es tan oscuro y... Muy distante...

—¡La estamos perdiendo! ¡Su ritmo cardíaco es muy bajo!

¿Por qué hacen tanto ruido?

—Preparen el equipo de reanimación y la intubación.

¿Reanimación? ¿Intubación? Eso no tiene sentido...

—Despejen el área y remuevan su vestimenta para poder reanimarla. Necesitamos hacer las compresiones torácicas para poder intubarla.

—¡La estamos perdiendo!

Tengo demasiado sueño... Creo que es hora de dormir.

—¡Rápido! ¡Está cayendo en coma!

—¡Carguen las paletas a doscientos!

—¡Listo!

—Tres, dos, uno...

¡Auch!

—Cargando, diecinueve segundos.

—¡Carguen a trescientos!

¿Qué están haciendo? Déjenme dormir...

—¡Trescientos!

¡Eso duele!

—¿Hay algo? Veintisiete segundos.

—¡Carguen a trescientos sesenta!

¡Dios! ¡Déjenme en paz!

—Vamos... Sé que puedes volver, Samantha.

¿Samantha?

—Cuarenta y nueve segundos.

—A los sesenta segundos se supone que debe darlo todo.

—¡Carguen de nuevo!

Samantha... Ese es mi nombre.

¿Dónde estoy?

—¡Despejen!

Jasper... Los demás, ellos me necesitan.

—¡Despejen!

El Diario de HannahDonde viven las historias. Descúbrelo ahora