Capítulo doce: Jasper, un nuevo amigo

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-Bien, ¿entonces tratas de decirme que la teoría de la evolución es sólo un mero prejuicio y que en realidad hay un Dios omnipotente que creó al mundo en siete días sin importar el hecho de que haya pruebas reales de cómo el hombre fue evolucionando a medida del tiempo?-preguntó Raven, de una manera tan rápida y precisa que desconcertó a todos.

-Ehh...- Axel la vio pensativamente mientras trataba de procesar su pregunta. -Por supuesto que no. Sólo digo que hay muchas cosas en la humanidad que son un verdadero misterio y que no está de más creer que tal vez fueron por un ser todopoderoso cómo dicen que es Dios.

-Estás exagerando.

-Claro que no. Mira, resuélveme este misterio; ¿Cómo se originó el oxígeno en nues/tro planeta si no existe más de este en el sistema solar?

Raven lo miró pensativa, comenzando a cuestionarse aquella inesperada pregunta.

-Exacto. No tienes ni la más remota idea.

-¿Y tú si?.- preguntó la chica con ironía.

-Deja te explico. Se sabe que se originó hace unos 2.400 millones de años... ¿Cómo? Las criaturas microscópicas lo liberaron como un producto de desecho, llenando la atmósfera con él. Los acontecimientos de los próximos tiempos son un completo misterio. Después de eso, los niveles de este elemento subieron y bajaron hasta que finalmente se establecieron hace unos 540 millones de años. Desde entonces, se ha mantenido en el nivel respirable.- pausó repentinamente.

-Vaya Axel, si que eres un cerebrito.- le contestó Sam.

-Si ustedes neandertales leyeran un poco y usaran la cabeza serían igual de geniales e inteligentes que yo.- respondió el chico con un ego enorme.

-¿Y?- preguntó Raven sin dejar el tema anterior. -Tú mismo acabas de dar la explicación de cómo se originó.

-No.- negó con la cabeza. -¿Qué causó que se estabilizara de repente? Dados los altos niveles de elemento que tenía, era imposible que de la nada llegase a bajar... No tiene sentido.

-Tiene menos sentido que le atribuyas eso a un Dios inexistente.

-Ay linda, sólo porque tú no creas en él no significa que no exista.

-Mi ateísmo me impide el no querer burlarme de tus explicaciones sobre cómo Dios existe.

-Exista o no, existimos nosotros, y eso es lo que importa.- decía Samantha mientras llevaba sus manos a su cara.

-¿Te sientes bien, Sam?- le preguntaba Eli viéndola con esa mirada de preocupación.

-Últimamente te he notado un poco apagada... ¿Sucede algo?- Axel dejó de lado su debate con Raven para fijarse en cómo estaba su amiga.

-Sí, no se preocupen chicos. Sólo no he dormido bien. Es todo.- aclaró viéndolos cansada.

-¿Segura?- le cuestionó Raven. -Sabes que puedes confiar en nosotros.

Los tres jóvenes que estaban sentados en aquella banca negra la voltearon a ver preocupados. Eran sus amigos, Sam lo tenía en cuenta, y... Sabía que debía decirles, pero, algo se lo impedía.

No creía que fuese correcto comentarlo, no quería ser juzgada por algo que tal vez sólo era mera sugestión suya...

-Segura.- dijo finalmente.

-Bueno. Es domingo, quizás lo que necesitas es salir y olvidarte de todo el estrés universitario.- comentó Axel quien ya comenzaba a levantarse de la banca.

-¿Qué planeas pedazo de alcornoque andante?- preguntó Raven.

Ellos dos ya habían tomado la confianza suficiente para llevarse de esa manera, se conocieron bastante bien en cuestión de días y eran inseparables. Bueno, en realidad los cuatro chicos lo eran. Fue demasiado pronto el cómo se conocieron y el cómo formaron su pequeño grupo. Pero aún así conectaban perfectamente bien sus personalidades.

El Diario de HannahDonde viven las historias. Descúbrelo ahora