Oleadas de frío viento chocaban contra el cristal de la única ventana que se encontraba en aquella habitación. El silencio incómodo estaba presente en el ambiente, y unas miradas confusas se clavaban en el cuaderno lila que ahora se encontraba encima de la cama.
Nadie podía articular alguna sola palabra. Todos se mantenían pensando, analizando la situación, tratando de encontrarle algún sentido.
La verdad era confuso poder saber qué era lo que pensaban cada una de las mentes de sus amigos. Siempre terminaban siendo una cajita de sorpresas.
-Entonces... ¿ya no tiene continuación?- preguntó Raven. Acababan de leer el diario. Esto les había tomado unos 40 minutos y aún seguía con ganas de querer saber más. Aquello la había atrapado.
-No... Por lo que sé, es todo.
-Maldición, Sam ¿por qué te guardaste esto?- mencionó Axel mientras se levantaba de la cama de la chica. Estaba ansioso, no paraba de mover sus manos y ya no podía mantenerse sentado.
-Lo mismo me pregunto.- acusó Jasper.
-Perdón, creí que era mejor así. Pero me equivoqué.- se disculpó apenada por tal situación.
-Oigan, no deberíamos presionarla. Lo importante es que ya nos confesó esto y ahora tenemos algo más que nos podría ayudar.- Tom rodeó el cuello de la chica con su brazo mientras le demostraba afecto y trataba de brindarle la seguridad que se le había arrebatado.
-La verdad, después de todo lo que nos has contado esta noche, me he quedado sin palabras. Debió haber sido un infierno.- repuso Eli con esa mirada azulada la cual carecía de brillo, de luz, de vida.
Sam agachó la cabeza unos instantes y asimiló aquello. Se sentía como estar en un sueño, en una pesadilla. Una de la cual no podría despertar ni con la alarma más resonante del planeta entero.
Y estando en ese inapropiado momento, su celular comenzó a timbrar.
Lo tomó rápidamente y revisó el por qué de tal suceso. Era una llamada de Alice.
-Disculpen, vuelvo en un momento.- dijo Sam mientras salía afuera.
Cerró la puerta y con un suspiro colocó su celular al lado de su oreja para responder.
-¿Bueno?- escuchó que dijo Alice al otro lado de la línea.
-¿Mamá? ¿qué sucede?
-Samantha ¿por qué no has contestado mis llamadas? Te he estado marcando más de 10 veces y no coges el celular ¿qué sucede contigo? ¿pasó algo? ¿por qué has estado tan distraída?
-No pasa nada mamá.-respondió con cansancio. -He estado un poco ocupada, es todo.
-¿Estudiando? No me mientas Samantha, he estado marcando a tus docentes y no has asistido a clases.
-¿Me has estado vigilando?- respondió con enfado.
-Sólo quiero lo mejor para ti, lo sabes.- repuso Alice.
-Vale, ya no soy una niña. No deberías de meterte en mi vida.
-¿Qué demonios está pasando? Quiero que me respondas ahora y me digas la verdad.
-¡No pasa nada!
-Iré a verte la semana que viene y vendrás conmigo.
-¿Qué?- preguntó confundida, y era justificable. No entendía qué le sucedía a su madre.
-Ya casi sales de vacaciones ¿no? Será bueno recibirte en casa de nuevo y que me expliques qué te está pasando porque ya no eres la misma. Estoy preocupada por ti.
-¿De qué hablas? ¿qué tiene que ver eso?
-Escuchame Sam, pase lo que pase, no dejes que eso te enloquezca. No vayas a meterte en temas que no te competen.
-¿Qué?
-Nos vemos pronto, te amo.
La extraña llamada fue colgada. Samantha sabía que no estaba siendo la mejor hija del mundo, pero aquello había sido demasiado raro.
No tenía idea de lo que había pasado ¿Qué significaban sus palabras?
Las meditó unos segundos.
Su madre vendría, y para ser exactos, esa no era la mejor decisión dadas las circunstancias en las que se encontraba.
Trató de comunicarse con ella pero ahora Alice era quien no respondía sus llamadas.
Le dejó varios mensajes al buzón de voz en las que trataba de encontrar argumentos fundamentados para que no fuera a visitarla en la universidad. No era lo mejor en esos momentos.
Pero aquellas palabras que le había dicho, comenzaban a quedar marcadas en su memoria.
Mamá, ¿qué me ocultas?
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El Diario de Hannah
Horreur¿Alguna vez has tenido un amigo imaginario? ¿Alguna vez has fingido que tus muñecos están vivos al jugar con ellos? ¿Alguna vez has hablado solo? Qué tan alejado de la realidad es pensar que todo lo que creímos que era parte de nuestra imaginación...