-De acuerdo con la información, ustedes se dirigen a las afueras de la ciudad, ¿no es así?- preguntó el chófer del vehículo.
-Ehh, así es.- titubeó Axel al responder.
-¿Qué harán unos jóvenes cómo ustedes en un lugar cómo ese?
-No es asunto suyo.- respondió frívolamente Samantha, causando más conmoción en sus amigos.
-¡Hey! Disculpe la actitud de mi amiga. Ya está un poco pasada de copas. Iremos a una fiesta por esos sitios.- respondió rápidamente Axel. -¿Qué demonios te pasa? ¿quieres que nos echen?- susurró a su lado.
Sólo recibió una mirada amarga por parte de esta.
-Entiendo... Cuando era joven también solía ser algo temperamental y más al momento en el que inicié en esto de la bebida.
-Sí, cómo podrá ver. Somos algo nuevos.
-¿Universitarios?
-Dio en el blanco.
-Sam, ¿segura que estás bien?- escuchó la voz suave de Eli susurrándole en la oreja.
La chica no respondió.
Eli intercambió miradas con los demás.
40 minutos más tarde llegaron a un terreno bultoso que daba la entrada a lotes baldíos y esos parecían llevar a unos árboles altos y empinados.
-No puedo avanzar más. La ubicación del lugar no me lo permite.
-¿De qué habla? Tiene que llevarnos hasta el punto indicado.- refunfuñó Raven.
-¿Te parece que mi pequeño auto pueda avanzar por encima de esto?
-Es tu trabajo.
-Basta. Él tiene razón.- agregó Tom. -Muchas gracias señor.
-La cuota del viaje será menor.- le respondió.
-Pero por supuesto que lo será.
-Raven.- advirtió Eli.
De mala gana bajaron después de haber pagado y observaron cómo el auto se perdía en la lejanía.
-Perfecto. La luz de la luna apenas nos ilumina y el frío nos congelará.
-Deja de quejarte y sólo pon el maps para saber por dónde seguir.- contestó Jasper.
Sostuvieron sus linternas y empezaron a avanzar por dónde les indicaba Raven, metiéndose en las entrañas de lo que parecía ser un pequeño bosque.
Caminaron en la oscuridad por minutos, escuchando el crujir de las ramas y hojas secas bajo sus pisadas.
Jasper observó a Sam. Iba más atrasada que los demás. Parecía estar absorta en sus propios pensamientos. Perdida en sus recuerdos. Siendo amenazada por lo que su mente le hacía divagar.
Empezó a bajar el ritmo de sus pasos para poder igualarla.
-Que estés callada debe ser una de las mejores cosas que me podría pasar.
No recibió respuesta.
-Recuerdo la ocasión en la que duraste horas y horas hablándome antes de dormir. Al día siguiente llegué tarde a mis clases por culpa de eso.
Pero otra vez no obtuvo respuesta por parte de la chica.
-Solía irritarme, pero después entendí que era una de tus muchas particularidades, y que eso era propio de ti. Algo que podía convertirte en un pequeño grano de arroz entre tanta arena.
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El Diario de Hannah
Horror¿Alguna vez has tenido un amigo imaginario? ¿Alguna vez has fingido que tus muñecos están vivos al jugar con ellos? ¿Alguna vez has hablado solo? Qué tan alejado de la realidad es pensar que todo lo que creímos que era parte de nuestra imaginación...