Karen caminaba de un lado a otro de la sala sin parar, ensimismada en sus pensamientos, la situación era peor de lo que se esperaba y necesitaba formar un plan cuanto antes. Dan les había explicado que desde hacía ya unos meses había llegado a la isla un grupo de individuos que se dedicaba a traficar con personas para luego venderlas en una casa de subastas del Archipiélago Sabaody, al estar cerca de la Red Line, los secuestros eran bastante frecuentes, pero como nunca habían afectado directamente a los habitantes de la isla, nadie hacía nada. La estratega sabía de sobra a lo que se estaban enfrentando y, desde luego, sabía que tenían que actuar con muchísima cautela.Law veía a la chica dando vueltas sin parar de un lado a otro, estaba un poco pálida y la verdad es que se le notaba bastante estresada, cosa que hizo que la preocupación del cirujano se intensificara un poco ya que era muy raro ver a la pelinegra así por muy crítica que fuera la situación. Este se acercó a su compañera y la agarró suavemente del brazo para que parara de moverse y le prestara atención.
—Karen. —Esta levantó la vista del suelo para mirarle. —Te veo más inquieta de lo que acostumbras estar, ¿cuán mala es la situación?
—Mala, muy mala Law. Tenemos que rescatar a Bepo antes de que salgan de la isla o será prácticamente imposible hacer algo después.
—La chica tiene razón. —Dan habló de nuevo. —Uno de mis hombres vio cómo secuestraban al oso, supongo que al ser algo poco común lo subastaran a buen precio.
—Venden personas como... como si fueran objetos. —Susurró Clione sorprendido por la situación. —¿Y qué hace la Marina? ¿No están enterados de esto? ¿Por qué no hacen algo? —Dijo esta vez elevando algo la voz para que se le escuchara.
—¿La Marina? —Dan soltó una carcajada, incrédulo por la pregunta. —La Marina lo sabe, por supuesto, pero ha decidido no hacer nada. —Clione palideció un poco, los recuerdos de todos los años en los que su isla había estado bajo la dictadura de Aika inundaron su mente. Aki se acercó a su compañero y le dio unas palmaditas en la espalda para reconfortarle un poco. Sachi y Penguin se miraron el uno al otro más preocupados aún y Raiden apretaba los puños con fuerza como si así, de algún modo, pudiera contener su rabia.—Dinos dónde está su base y partiremos enseguida. —Law se volvió a girar hacia el hombre, que ahora estaba de brazos cruzados mirando al grupo. Hubo un silencio algo más largo de lo normal pero no lo suficiente para ser incómodo hasta que Dan por fin habló.
—Para ser piratas sois muy graciosos. —El capitán de los Hearts hizo una mueca.
—Gracias. —Soltó Penguin, antes de recibir un codazo en las costillas de parte de Sachi. —Ouch.
Ikkaku, que se encontraba sentada encima de una de las mesas de alrededor, no pudo evitar soltar una pequeña carcajada.
—¿Cómo supo que éramos piratas? —Preguntó Aki. Dan alzó las cejas.
—¿Bromeas, verdad? Se ve a kilómetros que lo sois. Además, —el hombre señaló a los pelinegros con el dedo —ellos parecen que lo van gritando a los cuatro vientos con esas pintas. —Tanto Karen como Law fruncieron el ceño sin saber si deberían tomarse ese comentario como un insulto o no.
—Bueno, ya basta de tonterías. Dinos dónde está la base de esos desgraciados y nos iremos de inmediato. —Habló Karen desesperándose ya con el hombre.Si no hubiera sido por la situación en la que se encontraban, a Law le hubiera parecido muy gracioso lo fácil que Dan sacaba de quicio a la pelinegra. Pocas veces había visto a la muchacha tan irritada con alguien que no fuera él mismo y era algo curioso de ver cuanto menos. Y Law tenía razón, a la joven le irritaba mucho la actitud de aquel hombre que apenas acababan de conocer, y no sabía si era porque desde que se había despertado ese día todo había ido de mal en peor o porque la actitud de Dan le recordaba extrañamente a su abuelo. Quizás una mezcla de ambas.
—Lo siento chiquillos, pero como dije, no será tan fácil... y si queréis nuestra ayuda tendremos que trabajar juntos en esto.
Karen que perdía rápidamente la paciencia no pudo evitar resoplar ante el comentario y acercarse un poco a Dan comenzando a enfadarse.
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El destino no existe (Law x Lectora)
FanfictionMovida por la venganza, cierta pelinegra deja su tripulación para ir en busca del pirata que había roto la norma más importante de todas: matar a un nakama. En su viaje se encuentra con el Cirujano de la Muerte, Trafalgar Law, con el que viajará un...