-59-

897 110 10
                                    


—Me dan miedo las mariposas.
—¿Cómo?
—Me dan miedo las mariposas.

Aki y Karen estaban en el comedor pasando la tarde, llevaban ya alrededor de una hora hablando de todo y nada hasta quedarse en un agradable silencio. Bueno, agradable al menos para Aki, porque Karen tenía medio cuerpo encima de la mesa como una estrella de mar y parecía no poder estarse quieta ni callada.

—Eres la persona más imprevisible que conozco. —Le decía el joven.
—Gracias.
—Esta vez no lo decía como un cumplido. —La estratega se incorporó y miró a su amigo con un puchero.
—¿Alguna vez te he dicho lo mucho que te odio?
—¿Alguna vez te he dicho lo mal que mientes?
—¿Huh? ¿Dónde has aprendido a contestar así,  pequeño gamberro? —Karen le pasó uno de sus brazos por el cuello mientras que con el otro empezaba a rebujarle el pelo.
—Obviamente lo aprendió de ti. —Law entraba por la puerta del comedor con una taza de café vacía en una de sus manos, el capitán de los Hearts se acercó hasta la cocina para dejarla en el fregadero y luego volvió al comedor y se acercó a sus dos compañeros.
—¿De mi? Oh, a mí jamás se me ocurriría hablar de esa manera. —La pelinegra se separó de su amigo y se llevó una mano al pecho dramatizando la situación. Ambos chicos pusieron los ojos en blanco.

Aki miró al cirujano, que ahora se había sentado enfrente de ambos jóvenes, y sonrió antes de dirigirse a él.
—Capitán, ¿sabes que a Karen le dan miedo las mariposas?
—¡Oye! Pensaba que ese iba a ser nuestro secreto.
—... Diría que me sorprende, pero nada que tenga que ver con Karen lo hace ya. —Contestó Law.
—Pfft, te sorprenderías. —Dijo la chica por lo bajo.
—¿Qué?
—Nada, nada. Por cierto Law, hace tiempo que no entrenamos, ¿no te estarás escaqueando, no? ¿Qué tal si vamos ahora?
—Lo siento, pero hoy tampoco podrá ser. He planificado una reunión aquí para dentro de veinte minutos, ya he avisado al resto. Quiero que estéis todos para hablar de lo que haremos a partir de ahora y los siguientes destinos.
—¿Veinte minutos? En ese caso iré a darme una ducha antes de empezar.
—Está bien, pero no tardes. —Karen se levantó de la silla sonriendo pícaramente.
—¿Quieres ayudarme? —Le decía al capitán de los Hearts mientras caminaba hacia la puerta.
—Si me lo pides así... —Le siguió el juego Law.
—Te estaré esperando entonces.
—Deja de jugar.
—¡Jamás! —La chica salió del comedor teniendo la última palabra, haciendo que el pelinegro negara con la cabeza para sí mientras sonreía de medio lado.
—... Así que esto es la tensión sexual. —Habló Aki por fin. Por alguna razón siempre estaba presente cada vez que ambos piratas interactuaban de esa forma entre ellos. Law le miró como si se acabara de percatar de que su nakama seguía en la sala.
—Tsk. —Aki simplemente rió por lo bajo. Después de unos pocos segundos en silencio, Law volvió a mirar a su compañero. —Entonces... ¿qué es eso de que a Karen le asustan las mariposas?













Todos los Hearts se encontraban en el comedor del submarino listos para comenzar la reunión. Law estaba sentado en su sitio habitual observando detenidamente a todos los miembros que también estaban sentados alrededor de la mesa, un tic en la ceja comenzaba a aparecer a medida que su vista iba pasando por toda la sala y cierta persona no se encontraba entre los presentes.

—Le dije que no tardara... ¿cómo es que alguien puede estar tanto tiempo en la ducha? —Se quejaba el capitán.
—Quizás sí que tenías que ir a ayudarla, capitán. —El cirujano le dirigió una mirada envenenada a Aki y este último rió nervioso. —¿Demasiado pronto? —Law suspiró y se levantó mientras se sacaba lo que parecía un pergamino de la chaqueta.
—Bien. Comenzaremos sin Karen, no quiero que esta reunión acabe muy tarde. —El pelinegro extendió encima de la mesa lo que ahora se podía apreciar como un mapa. —Nuestra próxima parada es el Archipiélago Sabaody.

El destino no existe (Law x Lectora)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora