Después de que Law cortara en pedazitos a Kanaye y dejara sus distintas partes del cuerpo esparcidas por la nieve, el capitán de los Hearts se había acercado a la pelinegra, que no se había movido del sitio. Tras observarla durante unos segundos, Law se había agachado junto a ella, viendo que todo el color de su rostro había desaparecido y parecía que estaba a punto de desmayarse, probablemente intentando con todas sus fuerzas evitar un ataque de pánico. La chica tenía la vista perdida y, aunque ni una sola lágrima había salido de sus ojos, se notaba a kilómetros de distancia que no se encontraba bien.El cirujano había optado por no presionarla por el momento y había llamado rápidamente a sus nakamas para que fueran a su posición, poco después, todos habían llegado y, aunque su capitán no les había dicho nada sobre lo que le ocurría a la joven, sí que les puso al día sobre lo que había pasado con Kanaye y lo que harían a continuación.
Bepo se había ofrecido en cargar a su amiga, viendo que esta no se encontraba muy bien, aunque no hizo ninguna pregunta al respeto, por lo que ahora la pelinegra descansaba en su espalda mientras hacían el camino de regreso al submarino. Sachi y Penguin se habían encargado de coger las partes del cuerpo de Kanaye, el propio Law había cogido la cabeza de este y se la había puesto bajo el brazo, el pelirrojo había comenzado a gritar, asustado, y exigiendo que lo devolvieran a la normalidad. Después de dejar a un indefenso Kanaye en manos de la gente del pueblo para que estos se lo entregaran a la Marina, el grupo de piratas se dirigía al muelle para irse de ahí cuanto antes. El capitán caminaba al lado del oso y lanzaba miradas cada pocos minutos hacia la estratega, que enterraba su cara en el suave pelaje del cuello de Bepo, lo que Law no sabía es que Karen no se podía quitar de la cabeza lo que hubiera podido llegar a hacer si él no hubiera aparecido a tiempo.
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Karen sabía que las cosas se iban a comenzar a torcer desde que ese tal Kanaye le dijo que había escuchado historias de ella y su tripulación, y su presentimiento se cumplió cuando el pelirrojo dijo que se había encontrado con Teach. Aunque la mención de la muerte de su antiguo comandante y la acusación de que había sido ella la que lo había asesinado la habían hecho perder los nervios, no fue hasta la mención de la muerte de su hermano que algo dentro de ella se rompió definitivamente. Muy pocas personas sabían de este suceso, solo se lo había contado a algunos de su tripulación, Teach siendo uno de ellos, por eso no le cabía la menor duda de que Kanaye había dicho la verdad y que se lo había encontrado. Y este hecho también había ayudado a enfurecerla aún más.
La chica recordaba a duras penas el camino hacia la colina, los intentos en vano del joven por escapar de su agarre y el momento en el que decidió acabar con su vida. En su mente solo veía la escena en la que Dogra había entrado corriendo a la cabaña y les había anunciado que Sabo había muerto mezclada con momentos de su infancia en los que había cuatro niños corriendo por el bosque jugando a ser piratas. Estaba tan cegada por la frustración y la ira que por poco hace lo que una vez se prometió no hacer jamás, arrebatarle la vida a una persona. Si no llega a ser por Law, habría acabado con Kanaye y no hubiera podido seguir viviendo tranquilamente con el peso de algo tan grande sobre su conciencia.
Cuando Karen por fin volvió en si estaba sentada en el comedor mirando fijamente a la mesa, Law estaba de pie a su lado de brazos cruzados posando su vista en ella. Habían llegado al submarino hacía rato, Bepo había cargado a Karen en su espalda durante todo el camino y una vez en el muelle Law se había encargado de llevarla hasta el comedor tras dar la orden de no interrumpir su conversación.
—Karen. —El pelinegro habló por fin. La chica cerró los ojos unos segundos y luego se volvió al capitán de los Hearts.
—Siento haber intentando atacarte. —El cirujano suspiró y se sentó al lado de ella, girando su cuerpo en su dirección.
—Eso no es lo que me preocupa. ¿Se puede saber qué te pasó? —Esta también giró su cuerpo y ambos quedaron mirándose de frente.
—Es una historia algo larga.
—Tengo tiempo. —Esta vez fue el turno de la muchacha de suspirar.
—Está bien. —Karen comenzó a quitarse el suéter, quedándose así en una camisa de asillas. Law arqueó una ceja.
—Vas a ponerte peor si sigues cogiendo frí...
—Hace un tiempo me preguntaste por el significado de este tatuaje. —Lo interrumpió la joven, que tenía una mano encima del tatuaje de su brazo izquierdo.
—Sí, pero no veo que eso tenga que ver con lo que estamos hablando.
—Law, si quieres que te cuente por qué me puse así vas a tener que escucharme.
—Está bien. —El cirujano se calló, aunque seguía sin saber qué tenía que ver todo lo que había sucedido con un tatuaje. La pelinegra entonces apartó la mano y Law miró fijamente su tatuaje, intentando descifrar su significado.
—Estas —Karen señaló las tres letras, ASL, una encima de la otra que ocupaban su brazo —son las iniciales de mis hermanos. —Law tardó en contestar.
—Pensaba que tu único hermano era Ace-ya. —Dijo algo confuso. La chica sonrió.
—Muy poca gente sabe que tengo más hermanos porque Ace es mi único hermano biológico.
—¿Entonces las otras dos iniciales pertenecen a miembros de los piratas de Shirohige?
—No, los miembros de mi tripulación no tienen nada que ver con esto. Ace, mis otros dos hermanos y yo nos conocemos desde pequeños. —Law asintió comenzando a comprender.
—Entonces si la A es de Ace-ya, ¿cómo se llaman los otros dos?
—La S es de Sabo y la L de Luffy.
—¿Luffy-ya, dices? Espera, no será... —Karen sonrió.
—Así es, Monkey D. Luffy es mi hermano pequeño. Bueno, de hecho todos los son, yo soy la mayor. —Antes de que el cirujano pudiera decir algo al respecto, se oyó un ruido detrás de la puerta del comedor, ambos pelinegros se giraron a ver y la chica suspiró.
—Chicos, entrad. —Después de unos segundos Aki abrió la puerta y entró seguido por el resto de sus nakamas. Todos agachando la cabeza, avergonzados.
—Lo sentimos. Solo queríamos asegurarnos de que Karen estaba bien, ya nos vamos. —Aclaró el rubio.
—No hace falta, podéis quedaros si queréis. También tenéis derecho a saberlo al fin y al cabo. —Los chicos miraron a su capitán y este asintió a modo de aprobación así que la tripulación pronto estaba sentada alrededor de la mesa.
—Karen-san, ¿es cierto que Mugiwara es tu hermano pequeño? —Preguntó Bepo, volviendo a redirigir la conversación.
—Así es.
—Escuchamos que lió una buena en el East Blue derrotando a Arlong y a los suyos. —Comentó Sachi.
—Sí, yo también lo vi. —Carcajeó la pelinegra, nada sorprendida de las hazañas de su hermano más pequeño. —Me pregunto qué estará haciendo ahora. ¿Habrá llegado ya al Grand Line?
—¿Eeeh? Tienes una familia muy problemática Karen-chan. —Le dijo Raiden sorprendido. La pelinegra se pasó una mano por detrás de la cabeza avergonzada.
—Jeje, aye... El abuelo tiene que estar subiéndose por las paredes. —Susurró para si sin que nadie la escuchara del todo.
—Hemos oído hablar de los dos, desde luego, ¿pero qué hay de tu otro hermano? —Law la sacó de sus pensamientos al hablar. —¿Decidió no hacerse pirata? —La cara de Karen se tornó seria, bajó la mirada y apretó su brazo, tapando una parte del tatuaje. Law se percató del cambio de humor de la chica.
—Sabo murió. —Dijo sin levantar la vista de la mesa. Law chasqueó la lengua mentalmente y el comedor quedó totalmente en silencio, todos los ojos puestos en ella.
—¿Es por eso por lo que...? —Aki no acabó la pregunta.
—Sí, fue hace ya muchos años. —Karen miró a los chicos. —Lo que dijo Kanaye sobre mi comandante es mentira. Yo no maté a Thatch-san.
—¡Lo sabemos! —Gritaron casi al unísono, preocupados por si su amiga había pensado por un momento que se lo habían creído.
—Sabemos que fue Kurohige quien lo... hizo. —Le volvió a asegurar el cocinero. Law no dijo nada, pero también estaba seguro de que ella no había asesinado a su comandante.
—Pero tenía razón en una cosa.
—¿A qué te refieres Karen-san? —Preguntó Penguin. Esta vez Karen se volvió a mirar a Law.
—Sabo murió por mi culpa.
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El destino no existe (Law x Lectora)
FanfictionMovida por la venganza, cierta pelinegra deja su tripulación para ir en busca del pirata que había roto la norma más importante de todas: matar a un nakama. En su viaje se encuentra con el Cirujano de la Muerte, Trafalgar Law, con el que viajará un...