Ikkaku había tenido razón al decirle a Karen que en los túneles haría más frío, solo habían avanzado unos pocos metros y ya las temperaturas habían bajado drásticamente. La estratega sentía que se estaba congelando viva, y eso que llevaba el par de guantes que ya eran de por sí bastante gruesos, y el gorro del capitán que también le calentaba las orejas. La parte positiva, si es que se podía sacar algo bueno de aquella situación, era que ya no había nieve, por lo que ahora caminaban encima de piedra y podían acelerar el ritmo. Por lo demás, todo era una auténtica molestia, aparte del frío, avanzaban en una oscuridad casi total, la única luz que tenían provenía de unas pequeñas grietas en el techo que poco a poco iban desapareciendo y de las linternas que habían traído.—¿Todo bien? —Law se había acercado a la pelinegra y ahora caminaban uno al lado del otro.
—Supongo que sí, todo lo bien que se podría estar en estas circunstancias. —Law asintió, dándole la razón.
—¿Estás segura de querer separarnos en grupos? —La joven se quedó pensando unos segundos y luego suspiró.
—Realmente no, pero ya es muy tarde para pensar en otra cosa, además, mi grupo no está mal, estoy con Penguin y Alai-san me cae bien. Tú intenta no matar a Dan, ¿vale? Nos meteríamos en un problema y a Ikkaku le sentaría mal y ella sí me cae bien. —El cirujano chasqueó la lengua.
—Lo intentaré. —Karen sonrió.El grupo había parado de caminar y ahora se paraban delante de dos bifurcaciones en la piedra. Izquierda y derecha. El de la izquierda era un camino prácticamente idéntico al que habían recorrido hasta ahora, mientras que el de la derecha parecía que se adentraba más en la oscuridad si es que eso era posible y, el suelo, comenzaba a inclinarse un poco en indicación de que debían bajar más hacia el corazón de la isla. La chica estaba casi segura de que, con su suerte, a ella le tocaría avanzar por este último. Dan se giró enfrente de ambos caminos y le habló al grupo.
—Aquí nos empezamos a separar, grupos de Fionn y Yohei, iréis por la izquierda. Alai, conmigo hacia la derecha. —Yup, lo dicho, el día mejoraba por momentos.Law, Karen y Penguin se acercaron rápidamente al resto de sus amigos para despedirse, el último de estos se había abrazado a Sachi fuertemente no queriendo separarse de él.
—Tened cuidado. —Les decía su capitán. —Si algo sale mal llamad por los Den Den Mushi y, por el amor de Dios, que no os pillen.
La tripulación de los Hearts asintió, un poco conmovidos por la palpable preocupación de su querido capitán.
—Y patead muchos traseros. —Añadió la estratega. Los chicos le sonrieron.
—Tened cuidado vosotros también. —Habló Aki. —Capitán, Penguin, aseguraos de que Karen no muera congelada. —Esta le sacó la lengua a su amigo pero se acercó a él para darle un abrazo que este devolvió.
—Bien, vámonos ya. —Ambos pelinegros y Penguin se quedaron mirando como el resto de la tripulación se alejaba por el túnel junto a los amigos de Dan hasta que ya no hubo ni rastro de ellos.
—¿Listos? —Ikkaku se había acercado un par de pasos hacia los piratas y estos se volvieron a girar.
—Sí, vamos.Karen caminaba entre medio de Penguin y Law, hacía rato que se habían separado del otro grupo y que se habían introducido en su propio túnel, este se había estrechado más hasta el punto en el que había que avanzar en fila en varios tramos y, además, debían hacer el camino mayoritariamente en bajada, cosa que no hubiera estado del todo mal si no hubiera sido por lo mucho que resbalaba el suelo ahora. Del frío que hacía se había formado una fina capa de hielo casi imperceptible que había hecho resbalar más de una vez a todos y cada uno de ellos, y ahora los piratas avanzaban cerca los unos de los otros para agarrarse si alguno volvía a perder pie.
—En unos par de metros más volveremos a separarnos. —Alai se había dado la vuelta momentáneamente para informar a los otros tres que se habían quedado un poco por detrás.
—¿Estarás bien? Penguin y yo estaremos juntos, pero no me ilusiona demasiado que te quedes solo. —Karen se había dirigido a Law sin levantar la vista del suelo, ya que si lo hacía, creía firmemente que se caería.
—No me preocupa quedarme solo con Ikkaku-ya y Dan-ya, me preocupa no estar con ninguno de vosotros por si pasara algo.
—Karen-san y yo estaremos bien, capitán, y, en cuanto a los otros, también lo estarán, ahora que estamos alerta será más difícil que nos pillen desprevenidos. —Habló Penguin.
—Lo sé, pero tengo un mal presentimiento con todo esto.
—No gafes nada Law, todos estaremos bien. —La chica le había dado un suave codazo en el costado al cirujano.
—No estés tan segura, de hecho la que más me preocupa eres tú. Haces locuras sin pensar y de una forma u otra siempre acabas metida en algún problema. —La muchacha resopló.
—Me ofendes, ¿cuándo me he metido yo en algún problema?
—En isla Hana liaste una buena Karen-san, y, ahora que lo pienso, en el Resort también. —Comentó Penguin.
—Sin contar las veces que has pasado por la enfermería los últimos meses. —Añadió Law.
—¡Oh! ¿Y recuerdas aquella vez en esa isla primaveral? Estuvimos corriendo todo el día huyendo de la Marina porque una niña se había llevado el último helado de chocolate que quedaba y armaste un escándalo en la calle. Y también esa vez cuando...
—¡De acuerdo! ¡Está bien! Puede que tengáis razón y me meta en más problemas de los que debería. —Si hubiera habido luz suficiente, todos se hubieran percatado de lo roja que se había puesto la muchacha.
—¡Oi! Ahí atrás, basta de cháchara. Ya casi estamos. —Les regañó Dan. Karen no pudo evitar y poner los ojos en blanco, pero el viejo tenía razón, ya se podía atisbar un poco más adelante más bifurcaciones que dividían el camino.
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El destino no existe (Law x Lectora)
FanficMovida por la venganza, cierta pelinegra deja su tripulación para ir en busca del pirata que había roto la norma más importante de todas: matar a un nakama. En su viaje se encuentra con el Cirujano de la Muerte, Trafalgar Law, con el que viajará un...