Después de que Karen le enseñara a su hermano todas las partes del submarino y de que este pudiera entablar conversación con alguno de los chicos, ambos se encontraban ahora en la habitación de la estratega despatarrados en la cama mientras se reían a carcajadas tras recordar algunas de las anécdotas que habían vivido juntos hacía ya lo que parecía una eternidad.Karen tenía la cabeza apoyada en el estómago del pelinegro, en esos momentos ambos se encontraban en silencio, aunque ninguno sabía decir si se trataba de un silencio cómodo o incómodo. Tanto el uno como el otro eran conscientes de que tenían bastantes temas de los que hablar, pero ninguno se sentía lo suficientemente preparado para hablar del elefante en la habitación. Finalmente, tras soltar un pequeño suspiro, Karen se incorporó hasta quedar sentada y fue la primera en hablar.
—Ace.
—¿Hmm?
—Me encontré con Teach. —Ace se incorporó de la cama enseguida y miró a su hermana.
—¿Cómo? ¿Cuándo? —Karen suspiró.
—Hace algo menos de dos meses.
—¿¡Por qué no me habías dicho nada antes!? —Contestó Ace algo molestó.
—¿Oh? ¿Como cuándo tú me dijiste que habías salido a buscar a Teach también? —El sarcasmo en el tono de la joven se notaba a kilómetros de distancia.
—...
—Eso pensaba. —Siguió la chica al ver que su hermano pequeño se había quedado sin nada que reclamarle.El silencio volvió a apoderarse de la estancia y esta vez fue Ace quien habló primero.
—Sé que tienes razones para estar enfadada pero Thatch también era mi amigo, era mi hermano... y... ese... malnacido de Teach... —El pequeño de los Portgas hizo una pausa y apretó uno de sus puños como si Teach se encontrara dentro y así pudiera aplastarlo. -Ese desgraciado pertenecía a mi división y como su comandante no puedo permitir que se vaya como si nada.
Karen miró a su hermano pausadamente y luego suspiró cerrando los ojos y pasándose las manos por las sienes.
—Lo entiendo Ace, de verdad que sí, solo estoy preocupada por mi hermano pequeño. Eso es todo. -Este levantó la vista y miró a los ojos a Karen, esos ojos que reflejaban los suyos. Sin pensárselo dos veces, se acercó a su hermana y la cubrió en un abrazo que esta devolvió rápidamente.
—¿Esa es tu forma de decirme que me quieres? Porque en ese caso, yo también me preocupo por mi hermana mayor. —Karen no pudo evitar soltar una pequeña carcajada.
—Puede ser, sí. —Ambos se quedaron en la misma posición un rato más hasta que por fin Ace se separó un poco y, pasándole un mechón de pelo a la estratega detrás de la oreja, volvió a ser el primero en hablar.
—Entonces... ¿cómo fue tu encuentro con Teach? —Karen volvió a suspirar por lo que parecía la decimotercera vez en el día pero decidió que lo mejor sería contarle todo a Ace desde el principio, por lo que se puso cómoda en la cama y empezó a contarle todo lo que había pasado desde que había dejado el barco de Shirohige hasta ese momento.•
—No me puedo creer que el bastardo se comiera esa estúpida fruta del diablo y por eso Thatch esté muerto. —Ace temblaba de la ira y se podía observar como de sus manos brotaban pequeñas llamitas causadas por la Mera Mera no Mi. Karen le había puesto al día sobre todo lo que había pasado desde la última vez que se habían visto saltándose la parte de cierto trato que había hecho con el capitán de los Hearts.
—Hm. —La estratega asintió lentamente esperando a que su hermano se tranquilizara.
—Tsk. —El pelinegro soltó aire y volvió a tranquilizarse. —Debería darle las gracias a Law luego por salvarte el trasero. —Karen puso los ojos en blanco pero decidió cambiar de tema.
—Bueno, ya basta de hablar de mí. ¿Qué has hecho tú mientras estos meses? —Ace apoyó su barbilla en una de sus manos pensando.
—En realidad no ha pasado nada interesante, la última pista que tuve es que Teach se encontraba en Alabasta así que fui y ... ¡Oh! ¡Casi se me había olvidado! —Ace agarró a Karen de los hombros y la zarandeó hacia delante y hacia atrás.
—¿¡Qué pasa!?
—¡Me encontré a Luffy en Alabasta! —Karen abrió los ojos sorprendida y se puso de rodillas en la cama enseguida apoyando sus manos también en los hombros de su hermano.
—¡Te encontraste a Luffy! ¡Está en el Grand Line ya! —La estratega comenzó a zarandear también a su hermano. —Cuéntamelo todo, estúpido, ¿cómo es posible que no te hayas acordado hasta ahora?
—Vale, vale. Te lo contaré todo pero para, me estás mareando. —Ambos se sentaron bien de nuevo en la cama y Ace no pudo evitar y contarle todo a su hermana con una sonrisa. —Luffy está bien, tiene una tripulación que cuida de él.
—¡Es el capitán de una tripulación! —Los ojos de Karen brillaban de ilusión.
—¡Aye! Y se ha vuelto tremendamente fuerte neesan, ya no se puede comparar a cuando era un crío llorón. —La chica se rió y escuchó atentamente a su hermano mientras este le contaba lo que había pasado en Alabasta.
ESTÁS LEYENDO
El destino no existe (Law x Lectora)
FanficMovida por la venganza, cierta pelinegra deja su tripulación para ir en busca del pirata que había roto la norma más importante de todas: matar a un nakama. En su viaje se encuentra con el Cirujano de la Muerte, Trafalgar Law, con el que viajará un...