—¿Puedes estarte quieta ya? Te dije que hicieras el menor esfuerzo posible.
—Pero realmente no estoy haciendo ningún esfuerzo. Me cuesta lo mismo que respirar.
—Permíteme que lo ponga en duda. Ahora baja.
—Ughhh. Pero odio caminar en la nieve.
—Qué pena.
—¿Verdad que sí? Si no quieres que haga ningún tipo de esfuerzos podrías cargarme.
—Pfft, ya claro.
—Eres cruel, Law.Karen y Law estaban manteniendo una entretenida conversación mientras caminaban. Aunque, a decir verdad, Law caminaba, Karen estaba revoloteando por el aire gracias a las habilidades de la Kaze Kaze no Mi, cosa que no le hacía mucha gracia al capitán de los Hearts, que le lanzaba miradas desaprobadoras a la joven.
Aki observaba la escena a unos pocos pasos por detrás, caminando junto a Clione, aguantando las ganas de soltar una carcajada al igual que el resto de sus nakamas, estando más que acostumbrados a sus dinámicas como para poder sorprenderse. Pero no se podía decir lo mismo de Dan y compañía, que escuchaban el intercambio entre los dos pelinegros algo desconcertados por las ocurrencias de ambos.
—¿Son siempre así? —Le preguntó Yohei a Raiden, que caminaban uno al lado del otro.
—Todos y cada uno de los días. —Contestó el joven cocinero con una sonrisa.—Se te abrirán los puntos como sigas así, y me negaré a curarte esta vez. —Se seguía quejando el cirujano.
—Todos sabemos que eso no es cierto. —Le contestó la estratega, sin embargo, le hizo caso al pirata y apareció en el suelo al lado de este para seguir el camino a pie. —¿Mejor? —Law le lanzó una mirada y luego volvió a mirar hacia delante. —Lo tomaré como un sí.
—Si te empiezas a encontrar mal avísame y te cargaré un rato. —Habló después de unos minutos de silencio, lo suficientemente bajo como para que solo ella lo escuchara.Karen giró la cabeza para mirarle y vio que este seguía con la vista al frente, su gorro le tapaba parcialmente el rostro dejando escapar unos pocos mechones de pelo sobre su frente, sus mejillas estaban algo rojas por el frío, pero aún así, parecía que no sentía el efecto de las bajas temperaturas o, al menos, no le importaba. La chica lo encontraba extrañamente imponente en esos momentos, caminando sobre la nieve con su semblante serio, como de costumbre, mientras cargaba su nodachi apoyada en su hombro, Law se veía... atractivo.
—¿Pasa algo?La estratega apartó la mirada rápidamente, clavándola al frente, había estado más tiempo del que debía mirándolo fijamente y obviamente Law se había percatado de esto.
—Sí. O sea, no, todo bien. Gracias por tu... oferta.Karen se había ruborizado, las mejillas le ardían y solo esperaba que no se notara tanto o, que al menos, se pensara que era debido al frío. ¿Desde cuándo se comportaba así frente a alguien? ¿Desde cuándo se comportaba así frente a un hombre? La estratega sentía como si volviera a tener quince años y eso le avergonzaba aún más, estúpido Law y sus estúpidas formas de mostrar afecto. Pero el problema tampoco era ese, ¿desde cuándo le alteraban unas simples palabras de esa forma? Law solo estaba intentando ser amable, ¿verdad? Entonces, ¿por qué sentía que tenía una montaña rusa en su estómago? Quizás tantas bromas y piques entre los dos habían hecho que se sintiera más abochornada en situaciones como esa, o quizás, al estar viajando tanto tiempo sola, se había olvidado de lo que era tener a alguien cercano preocupándose por ti. Porque claro, el cirujano y ella eran amigos, ¿cierto? Solo amigos. Sí. Nada más que amigos... ¿No? Si eso era así, ¿por qué sentía que algo no estaba bien? Aki y ella eran muy buenos amigos y aún así... aún así no se sentía de la misma forma al estar con él que al estar con Law. Oh mierda. Ahora que se lo admitía a sí misma todo parecía mucho más real y una bola de ansiedad comenzó a aparecer en la boca de su estómago. No podía estar pensando en esas cosas en esos momentos, su prioridad era salvar a Bepo y luego tenía una misión que cumplir y una vez concluida pues... pues volvería con su tripulación. No tenía tiempo para estar pensando en hombres, no tenía tiempo de estar pensando en que podría tener siquiera una mínima oportunidad con Law. Además, ¿hacía cuánto no tenía una relación formal? La última no había acabado demasiado bien, le habían roto el corazón en mil pedazos y no estaba dispuesta en confiárselo a nadie más. Ni en un millón de años. Tendría que ver a un reno hablar para que eso pasara. No, mejor, tendría que ver a un esqueleto hablando para que comenzara a replanteárselo de nuevo. Y aún así, después de repetirse eso una y otra vez, la chica no podía evitar sentir un peso muerto que se le acoplaba sobre los hombros. Ugggggh, ¿por qué todo tenía que ser tan endemoniadamente difícil?
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El destino no existe (Law x Lectora)
FanfictionMovida por la venganza, cierta pelinegra deja su tripulación para ir en busca del pirata que había roto la norma más importante de todas: matar a un nakama. En su viaje se encuentra con el Cirujano de la Muerte, Trafalgar Law, con el que viajará un...