Law vio pasar todo a cámara lenta. El viento había cesado, el mar había amainado y no había rastro de marines, habían conseguido salir bien parados de la complicada situación y lo único que quería era sumergirse de una buena vez y darse una ducha de agua caliente. El hombre había ordenado a todos a entrar y ya se estaba dando la vuelta cuando una ola azotó el casco del submarino, haciendo que este se tambaleara de lado a lado una última vez, como si les estuviera dando un aviso de que no cantaran victoria aún.
El capitán de los Hearts oyó un pequeño jadeo de sorpresa detrás de él, lo que provocó que se girara a tiempo de ver como Karen perdía el equilibrio y chocaba de espaldas con la barandilla de la cubierta, perdiendo pie y cayendo de espaldas al mar, sin darle tiempo a siquiera procesar lo que estaba pasando.—¡KAREN! —Aki fue el primero en reaccionar, viendo que todos se habían quedado boquiabiertos como si lo que acababan de ver no hubiera sido real y la chica les acabara de gastar una broma. No fue hasta que su nakama salió corriendo y se asomó por la barandilla que el resto reaccionó también por fin, haciendo lo mismo. —¡Es una usuaria, no puede nadar!
Fue Bepo esta vez quién reaccionó rápido, quitándose las botas y saltando por encima de la barandilla con gran agilidad entrando de cabeza al mar, desapareciendo de la vista de sus compañeros.
Aunque seguramente Bepo no estuviera ni dos minutos bajo el agua, a Law le pareció una eternidad, estaba agarrando la barandilla tan fuerte que si alguien lo hubiera visto seguramente hubiera pensado que la iba a doblar. Si la chica moría todo su plan se iría de cabeza a la basura, todo habría sido en vano. Quizás fuera un pensamiento un poco egoísta, pero era la verdad.
Por fin, el oso sacó la cabeza del agua cargando a Karen con él, la chica tenía los ojos cerrados, probablemente inconsciente. Bepo la subió de vuelta a la cubierta con ayuda de Aki y la dejó tumbada boca arriba, el capitán de los Hearts corrió a atenderla.
—¡Capitán! ¡Karen-san no respira! Creo que tragó mucha agua. —Dijo Bepo, lágrimas empezando a formarse en sus pequeños ojos.
Law se inclinó sobre ella, tomándole el pulso con dos de sus dedos en su cuello, encontrándolo rápidamente por suerte, para seguidamente pasarle la mano por delante de la nariz y la boca, viendo que, en efecto, no entraba ni salía aire. El cirujano le tapó la nariz, agachándose más sobre ella para comenzarle a hacer la respiración boca-boca, sin embargo, antes de que sus labios siquiera rozaran los de ella, esta abrió los ojos de golpe, empezando a toser agua en la cara del capitán y levantándose de golpe al verlo tan cerca de su cara, dándole un cabezazo en la nariz sin querer.
—¿Por qué demonios estabas tan cerca? ¿Acaso intentabas aprovecharte de mí? —Se molestó la estratega cuando paró de toser, mirando mal a Law, que se la quedó mirando con un tic en la ceja mientras se tapaba la dolorida nariz.
—¡KAREN-SAN! —Bepo, que había tardado en reaccionar al igual que el resto, se tiró en brazos de la chica restregando su mejilla con la de ella. —Me alegro que estés bien.
—Todo gracias a ti, Bepo. —El oso se separó un poco.
—Así es Bepo, salvaste a Karen-chan. —Le dijo Raiden, felicitando a su amigo seguido del resto de sus nakamas, haciendo que el oso se sonrojara y mirara a su capitán, que le sonrió y asintió. Bepo bajó la cabeza avergonzado.
—No fue nada... —Dijo bajito. Karen sonrió y le paso una mano por la cabeza, acariciándolo.Después de que todos se hubieran calmado y de que Law se hubiera asegurado de que la pelinegra se encontraba bien, decidieron que ya iba siendo hora de entrar y sumergirse. El hombre estuvo a punto de dar la orden nuevamente cuando de repente, unos copos de nieve comenzaron a caer del cielo, haciendo que todos miraran hacia arriba.
—Parece ser que hemos entrado por fin en el rango climático de isla Yuki, capitán. —Informó Bepo.
—Por fin, estaba comenzando a pensar que nunca llegaríamos. —Contestó Aki, levantando una mano para dejar que unos copos de nieve se posaran en esta.
—Hace tiempo que no llegábamos a una isla de invierno. —Comentó Penguin, sintiendo que las temperaturas comenzaban a bajar. —Estarás contento, ¿no, Bepo?
—¡Hai! —Contestó el peludo oso. —¿A ti te gustan las islas de invierno, Karen-san?
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El destino no existe (Law x Lectora)
FanfictionMovida por la venganza, cierta pelinegra deja su tripulación para ir en busca del pirata que había roto la norma más importante de todas: matar a un nakama. En su viaje se encuentra con el Cirujano de la Muerte, Trafalgar Law, con el que viajará un...