El destino no existe (Law x Lectora)

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—¡CUIDADO!

El campo de batalla se había vuelto una auténtica locura, después del primer ataque por parte de los enemigos, por suerte, habían conseguido recomponerse rápido y lanzar un contraataque bastante efectivo. Aki jamás pensó que diría esto pero, la verdad es que luchar codo con codo junto con los marines no estaba tan mal después de todo.

El joven pirata ya se había deshecho de al menos una docena de enemigos cuando escuchó que alguien gritaba a unos metros de él y, girando la cabeza en su dirección, vio que un misil parecido al que había lanzado él el día anterior, provocando que toda una parte del cuartel se derrumbara, iba en su dirección a toda velocidad.

Aki salió volando por los aires cuando el misil hizo contacto con la nieve a unos pocos pasos de él. El joven pirata ni siquiera tuvo tiempo de procesar lo que estaba pasando dos veces cuando sintió que la onda expansiva le arrancaba los pies del suelo.

Clione, que había sido el que había gritado intentado prevenir al joven, corrió hacia él y consiguió atraparlo antes de que este hiciera contacto con el suelo, aún así, ambos acabaron rodando unos buenos metros por la nieve debido al impulso.

—Ughhh. —Se quejaron los dos una vez hubieron frenado por fin. Aki se había quedado encima de Clione, los dos hechos un amasijo tras haber rodado por la nieve.
—¿Estás bien? —Preguntó este último, apoyando una de sus manos en la espalda de su nakama mientras que con la otra se quitaba algo de nieve de la cara.
—Creo que no me he partido ningún hueso, lo que ya es un logro. —Dijo gruñendo también, apoyando su peso en sus brazos, que había puesto a ambos lados de la cabeza del otro muchacho. —¿Tú estás bien?
—Sí, aunque he de decir que ha dolido más de lo que esperaba. —Aki soltó una carcajada.
—No sé cuánto te esperabas que doliera ser lanzado por los aires y rodar a toda velocidad por la nieve, pero supongo que tienes razón. —Clione rió también, acabando de quitarse la nieve de la cara por fin.
—Oh.
—¿Qué pasa?
—Estás herido. —El joven levantó la mano que no estaba apoyada en la espalda de su compañero para subirla hacia su mejilla, donde comenzaba a brotar algo de sangre de una pequeña herida.
—Oh, me habré raspado con alguna piedra al caer. Ni me he dado cuenta.
—Hmm.

Aki se percató entonces de lo realmente cerca que se encontraban sus caras, además, él seguía encima del otro muchacho. De repente, el rubio se sintió bastante consciente de la situación, sonrojándose de inmediato.

—Uhhh. Lo siento, me quitaré de encima ya, debo de pesar jajaja... —Rió incómodo.
—¡Oh! Sí, ¡digo no! ¡No pesas! Yo... eh... umm... está bien. —Clione se tiró de los pelos mentalmente. Genial, solo había empeorado la situación haciéndola más incómoda. El chico apartó sus manos de su amigo mientras este comenzaba a incorporarse.

Aki estaba prácticamente sentado sobre la nieve cuando vio venir de frente a un enemigo con la espada en alto dispuesto a atacar a ambos chicos. El pirata solo tuvo tiempo de agarrar a Clione de los brazos y empujarlo hacia él, provocando que cayeran hacia atrás, antes de que la espada se quedara clavada donde momentos antes había estado la cabeza de su nakama.

—Eso estuvo estúpidamente cerca. —Jadeó Clione, observando la empuñadura del arma y parte de su filo sobresaliendo de la nieve. —Gracias. —Dijo dirigiéndose a Aki, que se encontraba debajo de él esta vez. Este le lanzó una sonrisa traviesa.
—Supongo que ya estamos en paz. —Clione se sonrojó al darse cuenta de que, efectivamente, era él quién estaba sobre el otro joven esta vez.
—Lo siento. —Dijo levantándose enseguida, Aki haciendo lo mismo pocos segundos después.

Una vez de pie, ambos se giraron hacia su atacante, que parecía tener problemas en volver a sacar la espada del suelo. El más joven de los chicos sonrió, crujiéndose los nudillos mientras caminaba hacia el enemigo, este levantó la vista cuando notó que alguien se acercaba a él, justo a tiempo de ver como un puño impactaba en su cara con fuerza antes de caer al suelo, noqueado de un solo golpe.