DASHA.
Dejamos Luxury después de lo que le dije a Alec, no estaba segura hacia donde nos dirigíamos solo me decía por donde ir. Giro a la derecha y minutos después estábamos frente a un parque.
- Siempre pasamos por aquí camino al instituto, si de día luce hermoso tenía la certeza que de noche sería genial. - al parecer vio la curiosidad en mi rostro por que no tardo en explicarme, caminando hacia la entrada el nombre del parque sobresalía; Taganskiy.
Nos adentramos y comenzamos a caminar sin hablar, solo admirando la belleza del lugar , había una fuente y figuras de animales llenos de luces por doquier. Debido a otoño las ojas de los árboles le daban cierta magia al lugar.
- Bueno, así que quieres hablar. Soy todo oídos.
Asiento y suspiro antes de hacerlo. El lugar era lindo y no quería arruinar la atmósfera con la mierda que iba a decir. Pero una parte que no conocía de mí insistía con ser franca con él y abrirme, desde que lo conocí había aparecido y desde entonces luchaba entre hacerlo y no. Por eso mis jodidos cambios de humor con él eran constantes, no sabia como manejarlo a veces y terminaba mandando todo al carajo.
- ¿Recuerdas que te conté acerca de la señora que me dio a luz?
- ¿ Hablas de tú madre?
- No. - la perra de Agata no se merecía llamarla así.
- Lo siento pensé que era ella. - dice pero niego despacio.
- Biológicamente lo es pero eso es todo. - asiente y hace una ademan con la boca para que continúe hablándo.
- El punto es que llevo años buscándola, estoy segura que algo hizo para que todo de ella desapareciera por que nunca la encontré.
- ¿Quieres verla a pesar de lo que te hizo? - pregunta con curiosidad y estoy segura que se reprendió mentalidad por la mueca que pone.
- No, esta bien. - digo al ver que me sonríe con vergüenza. - Y respondiendo a tu pregunta, la única razón por la que la buscaba era para darle el entierro que merece. - detiene su andar y mira directamente a mis ojos, confusión, incredulidad y sorpresa es lo que su mirada grita.
- ¿Quieres decir que la viste? - asiento y decido sentarme. El rostro de la gran hija de puta regresa a mi mente con una sonrisa burlona plasmado en él, debí matarla.
- Recibí una carta de ella, y no fue difícil encontrarla. - me avergonzaba haber fallado al no matarla, pero el odio me segó y ni siquiera arme un plan para atacarla, debí pensar con la cabeza fría, he hecho miles de cosas con mayor complejidad y que exigían perfección absoluta. Sin embargo, cuándo se trataba de ella era como si la niña que era antes se apoderará de mí y todo lo que quisiera hacer es asesinarla.
- La encontré Alec, pero falle y ahora la hija de puta sabe donde vivo y de tu existencia. - esto era absolutamente nuevo para mi, desde hace unos años la única persona que me preocupa por cuidar era de mi hijo y hasta ahí. Tenerlo a él y a mi hermano ahora era nuevo y si por mi fuera los metería a un puto bunker.
- Hay gente que estúpida que quiere verme caer y no dudo que ella se las arregle para tratar de joder, así que necesito que confíes en mi y trates de obedecerme cuando te pido algo. - estaba siendo lo más educada al pedírselo o simplemente ponerlo sobre aviso, estaba segura que Forghini o uno de los chicos pagaría por ver esta Dasha educada.
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Mi Maldita Perdición
Romance- Tranquilo, yo no soy como ellas, no te haré daño, puedes confiar en mi. - mi voz sale suave tratando de trasmitirle confianza, yo no soy así, no soy amable con las personas, no las ayudo, pero con el es diferente. Observo como cierra sus ojos y se...