Dominik en multimedia.
~ Narrador omnisciente. ~La voz del pequeño sonó por toda la habitación cargada de curiosidad por saber quien era el castaño que lo observaba perplejo frente a él. Sin embargo a su lado estaba Dasha, su mamá, la cual estaba mas que tensa por la presencia de él, no tenia que ser una adivina para saber que se trataba de su chico.
Miro sobre su hombro y paso saliva al ver como no se movía de la puerta, ella sabia que había escuchado a Dominik, y aunque siempre la a importado una mierda lo que opinen o piensen los demás de su hijo o de su vida, de cierta manera le inquietaba la opinión del castaño. Después de unos segundos en un silencio absoluto la pelinegra se aclara la garganta.
- Él es Alec. - masculla tratando de esconder su nerviosismo, sabía que sí antes Alec tenía dudas sobre ella ahora tenía más, y no le agradaba la idea de tener que responderlas
- Hola Alec soy Dominik. - habla el niño con una sonrisa en su rostro provocando que dos hoyuelos adornen sus mejillas haciéndolo lucir adorable. El castaño sale de su ensoñación al escucharlo, se acerca lentamente hacía donde esta el niño y le sonríe.
- Bueno, como ya escuchaste y-yo soy Alec. - ambos se miran y se vuelven a sonreír, a su lado Dasha los observa maravillada, sabia que tarde o temprano los dos se iban a conocer, sin embargo, no pensó que sería tan rápido, y mucho menos de esa manera. Muerde su labio tratando de ocultar la pequeña sonrisa que se quiere apoderar de sus labios.
- ¿Quieres jugar conmigo?, ¿Mami, puedo jugar con él? - habla el niño con un tierno puchero en sus labios.
Dos pares de ojos la observan expectantes por su respuesta, ambos del mismo color.
- Eso tendrá que ser después Dominik, tienes que descansar y yo necesitó hablar con Alec. - dice lo ultimo con seriedad, su hijo refunfuña pero sabe que debe hacerle caso a su mamá.
- Esta bien. - susurra bajando la mirada, Dasha suspira al verlo y se inclina frente a su rostro.
- Vamos cariño, regalame una sonrisa. - Dominik la mira y un pequeño suspiro sale de sus labios al escuchar la petición de su mamá.
- Pero mami, me da pena... - sin embargo en cuestión de segundos la habitación se llena de carcajadas del pequeño cuando Dasha comienza a hacerle cosquillas en su cuerpo.
- Mamá, p-para, y-ya lo haré. - para al escucharlo y alza una ceja esperando. La sonrisa aparece en el rostro de ella al ver como a su hijo le hacen falta dos dientes.
- Esta bien, duerme un poco.
Deja un beso en la frente de su pequeño y voltea hacía Alec indicándole con la mirada que la siga. Escucha como se despide del niño y comienzan a caminar hacia la habitación de ellos en un silencio absoluto, estaban nerviosos por la presencia de ambos, era más que evidente.
Apenas Alec cierra la puerta, Dasha se lanza a sus brazos causando que los latidos del castaño aumenten al sentir el olor de ella chocar con sus fosas nasales, cierra sus ojos y la envuelve en sus brazos enterrando su cabeza en el cuello de ella.
- ¿Por qué nunca me lo dijiste? - por fin susurra Alec en su oído logrando que la pelinegra deshaga el abrazo y tense su mandíbula.
- No es como si se lo vaya contando a cada persona que conozco. - murmura con notable sarcasmo, suspira y observa como saca su cajetilla de cigarros de esta saca uno y lo lleva a sus labios para después encenderlo.
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Mi Maldita Perdición
Romansa- Tranquilo, yo no soy como ellas, no te haré daño, puedes confiar en mi. - mi voz sale suave tratando de trasmitirle confianza, yo no soy así, no soy amable con las personas, no las ayudo, pero con el es diferente. Observo como cierra sus ojos y se...