Mi Maldita Perdición

Capítulo 22

Alec.

- ¿Entonces ella te saco de ese lugar? - asiento jugando con mis dedos, subo la mirada al sentir sus ojos sobre mí. - Es tan extraño todo esto... Me refiero a su actitud.

Frunzo el ceño al escuchar lo que dice, lo es, y es lo que la hace única. - ¿Sabías que Sergei tenia una hermana? - su mirada perdida y el suspiro de sus labios responde me pregunta.

- No... Nunca lo comentó, tampoco hemos hablado sobre el tema. - murmura con disgusto en su voz.

- Sabes, nunca imagine que volveríamos a estar juntos, paso tanto tiempo desde la ultima vez... Deseaba tanto volver a verte. - sonrió con nostalgia.

- Igual yo, eres la única persona que me queda, o bueno, quedaba, ya sabes Dasha me a ayudado y... - paro al escuchar lo que digo, una pequeña risa de parte de Irina logra que ruede los ojos.

- Alec, te conozco muy bien como para saber que algo pasa ahí... - su mano que coloca en mi pecho, específicamente en mi corazón.

- Vamos, cuentame. - habla mientras juntas sus manos aplaudiendo llena de emoción, parece una niña pequeña.

- No hay nad-da de que hablar. - dije mientras jugueteaba con mis dedos.

- ¡Oh vamos!, los dos son tan obvios, ¡ella te come con la mirada Alec! - mi mirada se clava en sus ojos al escucharla, niego con nerviosismo al sentir mis mejillas sonrojarse.

- ¿Lo vez? - suspiro sintiendo un remolino en mi interior.

Pasan minutos, sus ojos no se separan de mí.

- Esta bien... Últimamente mi cuerpo y mente reaccionan de una manera extraña al verla, es muy raro, mi corazón se acelera sin que me de cuenta, es la única mujer después de ti que no a intentado nada... Ya sabes.

Asiente mordiendo su labio, alza su mirada llena de curiosidad.

- ¿No te has preguntado quién es?, ¿a que se dedica? - subo mi vista al escucharla, mi mente comienza a analizar sus preguntado, si lo e hecho, el misterio y peligro que ella desprende es inquietante, provoca una gran curiosidad por saber quién es.

- Solo mira a tu alrededor, todo este lujo, cámaras y contraseñas rodean este lugar, guardaespaldas, autos asombrosos que valen más que nosotros, ¿¡te haz percatado de su ropa!?, todo lo que ella utiliza vale miles, esta casa parece un jodido castillo, parece la casa del presidente.

Asiento. - Espera, ¿haz ido a la casa del presidente?. - preguntó tratando de desviar el tema, se a lo que se refiere, se lo que piensa, y temo que sea verdad, e visto como mata a personas, y todas esas veces por mi culpa.

- No... Pero supongo que son iguales, lo digo p... ¡Lo que sea!, se que ella esconde algo, y lo vamos a descubrir.

Susurra sonriendo llena de emoción.

Paso saliva y un sensación extraña recorre mi cuerpo, cruzamos miradas al escuchar el motor de un auto.

- Creo que ya llegó, vamos.

Salimos de la sala de juegos y corremos, cada uno para su habitación, o en mi caso a la de ella, antes de entrar mis ojos se posan en el fondo del pasillo, observando una cámara parpadear.

~Quizás Irina tenga razón, no se nada de ella.

Entro al escuchar el tacón de sus botines subir los escalones, con mi corazón acelerado caigo en el colchón tapando mi cuerpo, cierro mis ojos al escuchar la puerta abrirse.