Capítulo 23

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Dasha.

Entre cierro mis ojos al ver su pequeño cuerpo husmeando, me acerco con sigilo hasta ella procurando que no me vea, no aun.

Pasa sus dedos por las flores del jardín, se mantiene unos escasos segundos sin moverse, mis ojos la observan, es cuestión de segundos para que volteé a su alrededor y se dirigía hacia la parte trasera de mi mansión.

Tenso mi mandíbula, y la sigo de puntillas.

~ Maldito tacón.

No sé que trama, pero deduzco que pretende algo. Sus ojos se abren de sobremanera al ver lo que hay frente a ella.

- Dios... - decenas de automóviles y motocicletas lujosas adornan la parte trasera de la mansión, sus ojos brillan de emoción al pasar sus dedos sobre el capo de un Mercedez.

En la parte trasera de mi casa se encuentran todos mis autos, la piscina y un extenso jardín lleno de distintas tipos de flores.

Frunzo mi ceño al ver como sus ojos se centran en un lugar en específico.

Antes de que logre dar un paso más la tomo por el cuello pegándola a mí. - ¿A donde crees que vas? - su cuerpo tiembla al escucharme.

- ¡Habla maldición! - pasa saliva al escuchar mi pequeño grito, niego con la cabeza al francotirador que esta en la azotea, asiente y se aleja de ahí.

- Si no quieres que una bala atraviese por tu cabeza más vale que no andes de fisgona.

Ejerzo mas presión alrededor de su cuello al ver que no responde, asiente lentamente.

- No escuche. - hablo- No lo volveré a ser.

(...)

Alec.

Respiro al sentir como los nervios se van apoderando de mí. Mis ojos brillan al ver la grande y lujosa escuela rodeada de edificios, su color es de un rojo oscuro, en la entrada hay un muro con su nombre, “ Okla”.

Cuando era más chico nunca imagine que llegaría a estudiar aquí, que va... Nunca llegue a imaginar volvería a salir de ese lugar.

Salgo de mis pensamientos al notar que cada vez estamos más cerca de la entrada, aun no asimilo que vaya a estudiar en   una de las mejores universidades de todo el país, por lo que leí su nivel académico es de excelencia.

Paso saliva al sentir como el auto se detiene, al igual que el de los escoltas que vienen atrás y delante de nosotros.

~ Realmente ella es muy protectora.

La primera en bajar es Irina, puedo ver la emoción en su rostro, ella siempre había anhelado esto, el siguiente es Sergei, que al igual que su novia la emoción se apodera de él observando el lugar maravillado.

Tomo una profunda respiración acomodando la corbata que rodea mi cuello, antes de poder abrir la puerta uno de los hombres de Dasha lo hace, un poco incómodo bajo del auto sintiendo el aire golpear mi rostro.

Camino con nerviosismo hacia la pareja de novios.

- Es... Asombrosa. - sonrió sin despegar los labios al escuchar la emoción en las palabras de Irina, asiento de acuerdo.

Mi Maldita PerdiciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora