Capítulo 31

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Alec y Dasha en multimedia.


Dasha.

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Mis ojos no se separaban de él... estaba perpleja, no era capaz de articular ni una palabra, sus párpados estaban abiertos dejando a la vista sus ojos marrones sin una pizca de brillo. Bajo mi vista al sentir mis manos húmedas; era sú sangre.

Comienzo a negar repetidas veces con mi cabeza, ¡NO! y-yo no lo hice a propósito, él se abalanzó contra mí yo solo me defendí. Mi cuerpo entra en pánico al escuchar pisadas subiendo los escalones, tomo el bate entre mis manos lista para defenderme de quien sea que se acerque.

Despierto con mis latidos a mil por hora, mi cuerpo tiembla levemente a causa de la pesadilla.

- DASHA. - escucho una voz varonil a mi lado articular mi nombre, dirijo mi atención rápidamente aún con mi respiración acelerada.

Y ahí esta él, los ojos de Alec me observan llenos de preocupación.

- ¿Qué sucedió?, ¿Por qué estaba dormida? - pregunto totalmente desorientada observando mi habitación.

- Dios... - dirijo mi vista a él al escucharlo.

- Me tenías preocupado, anoche sufriste un desmayo mientras estabas con Forghini en tu despacho.

Escucho con atención lo que dice, los flashbacks se apoderan de mi mente recordándolo todo, tenso mi mandíbula cuando la realidad me golpea... el enojo se apodera de mí ser, esa hija de puta me las va a pagar, necesito encargarme de este asunto antes de que se atreva a hacer algo.

- El médico dijo que tu presión había baj...

- Voy a salir, ¿Forghini se quedó aquí? - pregunto sin prestar mucha atención a lo que dice, retiro las sábanas que rodean mi cuerpo y salgo directo a mi vestidor, una vez con ropa limpia tomo mis pertenencias.

- ¿Se quedó o no? - artículo un tanto molesta al no escuchar ninguna respuesta de su parte.

Necesito saber cómo jodios consiguió mi dirección, soy muy cuidadosa al cuidar cada detalle de mi vida personal, esa hija de perra no arruinará mi felicidad, está vez no se lo permitiré.

- S-sí... estaba en el comedor con los chicos aunque no creo que sea buena idea el que salgas, apenas ayer regresate de viaje más lo que paso anoche, necesitas tomarte un descan... - lo interrumpo antes de que termine, lo que necesito es tomar las riendas de mi jodida vida y de mis negocios antes de que alguien los arruine.

- Ya descanse lo suficiente, no tengo tiempo para más "vacaciones".

- Pero... - fajo mi preciada arma a mi cintura y salgo de la habitación yendo directamente al comedor, escucho como los murmullos aumentan mientras me acerco, las voces desaparecen cuando me ven entrar.

- ¡Dasha! - articula Sergei un tanto sorprendido - ¿cómo estás?, deberías estar descans... - sus ojos me observan con preocupación mirando mi cuerpo de arriba abajo trato de no rodar los ojos al escucharlo.

- Estoy bien Sergei, solo fue un desmayo. - estoy algo harta de que me miren así. Dirijo mi vista a Forghini y le hago un asentamiento lo cual significa que hay que irnos, busco con la mirada a Dominik pero no lo veo por ninguna parte.

- ¿Dónde está Dom? - le pregunto a Ekaterina.

- Aún esta dormido, espero toda la madrugada para que despertaras, quería que jugaras con él. - articula con una pequeña sonrisa sin despegar sus labios.

Mi Maldita PerdiciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora