Capítulo 6

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Dasha.

Mi rostro toma una expresión de preocupación al ver como sus ojos se cierran fuertemente.

- Hey, ¿estas bien?.

Mi voz sale en un susurro al ver como comienza a negar. Alzó mi mano y la llevo a su rostro alzándolo, la alejo abruptamente al ver que su cuerpo tiembla y sus ojos llenos de miedo me observan.

- ¿P-pued-do ir-rme?, p-porfav-vor.

Es imposible no fruncir el ceño al ver en el estado que se encuentra, es como si estuviese apunto de llorar o incluso de darle alguna clase de ataque.

Mis ojos viajan a la puerta e inmediatamente forghini comprende y se acerca hacia donde estamos.

- Llevalo a la casa, encargate de que nadie, absolutamente nadie se le acerque, tratare de acabar lo mas pronto posible con la reunión.

Asiente, sin importarme que este ahí, y sin saber que carajos hago, mis labios viajan a la frente de él dando un suave beso.

- Acompañeme joven.

Los ojos de él me observan con miedo, se da la vuelta y con una distancia sigue a forghini.

Porque carajos quiero irme con él.

Salgo de mis pensamientos al ver un cuerpo frente a mí.

- ¿Sucede algo Dasha?

Niego al escuchar la  voz de Alik, mis ojos se quedan mirando los suyos por unos sabiendo que no me creyó pero no es como si me importara.

- Nada, no sucede nada.

- Seguirás ocultandome quien es ese chico, ¿ y porque trae mi ropa?

Mis ojos lo observan fulminándolo.

- ¿Seguirás de metiche en cosas que no son tuyas?, y si trae esa ropa es porque yo así lo quise.

Su expresión es de total sorpresa, sus brazos se alzan a sus lados disculpándose.

- Okey, okey, parece que no estas de humor, pero opino que lo dejes a un lado, estamos esperando a que inicies la reunión, muchos están intrigados por lo que les tengas que decir.

Suspiro y comienzo a caminar tomando la expresión de indiferencia y frialdad que siempre cargo conmigo, los hombres frente a mi dejan de hacer lo que estaban haciendo para poner su atención en mi.

- Los cite esta noche aquí por algo muy importante, como todos ustedes sabrán, hace algunos días me deshice de dos personas, pero hay una en especial que ni aun muerta deja de joder.

Hablo viendo como asienten, pero todavía en algunos hay una expresión de confusión.

- La chica que mate era hija del maldito lisiado de Andrey Yerik, ese gato que  piensa que por vender droga de la barata y ganarse unos cuantos miles de dolares ya tiene a todo el mundo a sus pies.

Sonrió burlona al decir eso, y es que si, el estúpido piensa que por vender droga ya es el puto rey del mundo.

- Sin darle tantas vueltas al tema, el jodido ese, al enterarse que yo había sido la autora de la muerta de su pequeña zorra inmediatamente empezó a humillarse para que varias mafias lo ayudaran para destruirme, pero todas se negaron, excepto una.

Hago una breve pausa y se que mis ojos brillan de malicia.

- La mafia "Zambei".

La mayoría de los rostros que están ahí se sorprenden un poco al escuchar el nombre, suspiro y vuelvo a hablar.

- Se que se estarán preguntando, ¿Y que hizo ese imbécil para obtener la ayuda?, porque seamos sinceros, ninguna organización que sea lo suficientemente inteligente tiene los huevos para meterse con nosotros.

Y es que es la verdad, somos una de las mafias mas peligrosas y grandes en todo el mundo, duro trabajo de lograr, pero conseguido.

- Entonces el tuvo que convencerlos con algo suficientemente creíble para que ellos quieran ayudarlo.

Dice uno de mis hombres, asiento y camino a la barra que esta ahí, tomando una copa de lo que parece ser vodka.

- Lo que el hizo fue quemar todas las bodegas de ellos, donde guardaban cantidades de mercancía, y culpar nos a nosotros mostrándoles pruebas falsas, obviamente como todos unos novatos creyeron en ese cuento, y lo que hicieron fue pedir ayuda a la mafia de su país, por algo que yo desconozco, pero que pronto sabré.

Muchos fruncen el ceño, notablemente confundidos, vacío lo que queda de la copa en mi boca, sintiendo el exquisito sabor recorrer mi garganta.

- La mafia de su país es la "Ferran".

Algunos se quedan viendo y algunos sonríen siniestramente.

Si bien eran fuertes, pero su fama se debia a lo traicioneros que eran.

- Lo único que les digo es que estén atentos y preparados, puede que ellos nos superen en armas, pero no en inteligencia, eso nos define.

Sonríen, camino a la barra de nuevo tomando otra copa, mirando a la nada, y pensándolo en todo.

En mi mente aparecen un par de ojos color negro con unas largas y gruesas pestañas adornandolos, suspiro y tenso la mandíbula, ¿que jodidos me pasa?.

Salgo de mis pensamientos al ver un par de siluetas frente a mi, alzo mis ojos viendo como se ponen un poco incómodos pero tratan de ocultarlo.

- Señora, tenemos información sobre él, hemos investigado con mas profundidad.

Mis manos toman la copa fuertemente, pero la dejo en la barra antes de que la rompa.

- Mañana a primera hora los quiero en mi casa.

Aunque es  importante para mi, hoy solo quiero descansar, y se que si me dicen algo no podre hacerlo.

Sus ojos se abren con sorpresa al escuchar mi respuesta pero no dicen nada, los dos mejores investigadores de mi mafia se alejan, yendo con los demás.

(...)

Subo las escaleras de mi casa comenzando a quitar mi ropa en el camino, quitó los altos tacones que me acompañaron toda la noche sintiendo el frío piso golpear mis pies.

- no, y-ya no mas p-porf-favor...

Mi cuerpo se tensa y tomo mi arma al escuchar leves sollozos en el pasillo de mi recámara.

- S-suelt-tame.

Mis pies corren rápidamente y quito el seguro de mi arma abriendo la puerta dispuesta a matar al que este ahí.

Inspeccionó mi habitación percatandome que no hay nadie, en cambio mi rostro toma una expresión de preocupación al ver como su cuerpo tiembla y su rostro se encuentra lleno de lágrimas , dejo el arma en algún lugar y con prisa me acerco a él.

Llego a su lado y mis manos toman sus hombros zarandeándolo, su rostro hace muecas de terror y de su garganta no dejan de salir jadeos de dolor.

- Despierta.

Murmuró al ver que no lo hace, comienzo a moverlo mas rápido, y es cuando sus ojos se abren y en su frente un leve sudor se desliza.

- Calma, soy yo.

Sus ojos me observan llenos de lágrimas y los mios se abren de sorpresa al sentir como sus brazos me toman acercandome a él,  llorando descontroladamente en mi hombro.

- Tranquilo, fue solo una pesadilla, shh...

Susurro, mis ojos se cierran al sentir como me aprieta mas hacia el, sus lágrimas mojan mi hombro, pero no le tomó importancia.

No dejare que lo lastimen, ya no mas.

•~•~•~•~•

Hola.
Ya aquí lo tienen, subiré entre semana.

¿Que les pareció?

HAY MUCHAS!, SORPRESAS







Mi Maldita PerdiciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora