Mi Maldita Perdición

Capítulo 21

Sergei.

Jugueteo con la mano de Irina esperando impaciente la respuesta de Dasha.

Su mirada no se separa de Alec desde que le dije, un silencio se apodera de su lujoso despacho. Me e percatado que le atrae, es la tercera vez que veo esa mirada posesiva en sus ojos, claramente siente algo por él.

~ Nunca me lo hubiese imaginado.

Observo a Irina al sentir su agarre tensarse, sé que le tiene miedo a mi hermana, desde esa noche que la apunto con su arma por abrazar a Alec e notado que le tiene cierto temor. Lo cual obviamente me disgusta.

Le doy una sonrisa de lado para que se tranquilice, regreso mi vista a Dasha al escuchar su voz.

- Así que quieren estudiar... - dejo salir una mueca de disgusto al ver que comienza a fumar.

Asentimos y suspiro al ver que sube sus pies al grande escritorio, cruzando una arriba del otro.

- ¿Y han pensado en qué?, ¿investigado institutos?. - respiro profundamente y la observo con cierto enojo, sus pupilas se dilatan llenas de diversión.

~Sabe que no lo hemos echo, ni siquiera tenemos algo de tecnología en nuestras manos como para hacerlo, esto de estudiar es algo que siempre hemos querido Irina y yo. Convencimos a Alec para que se nos uniera, aunque no lo sé... Se que tiene miedo.

- ¿Y bien?. - salgo de mis pensamientos al escuchar su peculiar voz.

- Es por eso que veníamos a pedir tu ayuda, ya que nosotros tres hemos estado sin salir a la civilización hace tiempo creemos que nos puedes ayudar.

Habló con cierto disgusto en mi tono de voz, sus puños se cierran con fuerza y la observo con cierta curiosidad.

- Okey, mas tarde les llevo información de institutos.

Sonrió con alegría besando tiernamente la mejilla de Irina, sonríe al igual que yo y suspira.

- Gracias Dasha. - asiente, se que aun sigue enojada por la platica que tuvimos la ultima vez.

~ Aun sigo sorprendido por su revelación.

Salimos de su despacho aun con tensión en nuestros cuerpos.

- Alec, necesito hablar contigo.

Paso saliva y le doy una rápida mirada a Irina, cierro la puerta y comenzamos a caminar saliendo del oscuro pasillo.

- ¿Crees que tengan algo? - escuchó la curiosidad en su pregunta, suspiro con profundidad viendo un punto fijo en el suelo.

- Es tan rara, nunca la había visto actuar así de protectora con ningún otro chico, cada vez que lo mira miles de sentimientos aparecen en su ojos, cosa que nunca pasa.

Irina asiente dándome una mirada cómplice.

Dasha.

Observo su cuerpo tenso en el centro de mi despacho, mis ojos lo recorren con una pisca de picardía.

Sacudo mi cabeza tratando de concentrarme en lo que le voy a decir.