Dasha.
Por tercera vez doy una profunda calada al cigarro, de inmediato mi cuerpo se relaja. Subo mis pies a la pequeña mesa de centro que esta en el living, colocando un pie encima del otro.
Mis ojos observan con atención la grande pantalla. Sonrió con total malicia al ver como pasan en las noticias imágenes de los "regalitos" que mis hombres hicieron la madrugada anterior.
- Buen trabajo Alik.
Murmuró deleitandome de los cuerpos decapitados que aparecen dentro de esa grande pantalla. Es raro, me satisface observar esto.
- ¡Wow!, ¿debería preocuparme por tu halago?, nunca lo haces.
Tiro la colilla del cigarro y echo mi cabeza hacia atrás.
- Callate idiota.
Saco de mi chaqueta la cajetilla de cigarro y enciendo otro.
Relajo mi cuerpo en el cómodo sofá después de una calada e inmediatamente al cerrar mis párpados, unos tremendos ojos color negro aparecen en mi mente acompañados de unas inmensas y abundantes pestañas del mismo color.
- Dasha... ¿Quien es él?
Abro mis ojos de golpe al escuchar mi nombre y más cuando se refiere a una persona.
Alec.
Tenso mi mandíbula al ver como observa la televisión, tomo el mando de está y la apagó rápidamente.
- Que yo recuerde ya te lo había presentado.
Murmuró tratando de que mis nervios no se noten.
Nunca había sentido esto, no sé porque me inquieta lo que él haya alcanzado observar.
- L-lo sient-to, perdo-on por baj-jar.
Susurra tan bajo, que tengo que dar unos cuantos pasos hacia él para escucharlo. Al percatarse de mis movimientos su cuerpo se estremece y camina hacia atrás asustado.
- ¿Estas bien?
Habla Alik dirigiéndose a él.
- No te le acerques.
Alik para abruptamente sus pasos al escucharme, le regalo una mirada fulminante y tiro el cigarro al piso deshaciéndome de él.
Alzo el rostro al escuchar como sus pasos se alejan de el living.
Cierro fuertemente mis ojos y los abro observando a un Alik desorientado.
- ¿Qué hice?
- Mucho, eso es lo que hiciste.
(...)
Abro la puerta de mi recamara adentrando me a ella.
Mis ojos viajan a la habitación buscando a Alec, sonrió al ver un pequeño bulto en mi cama.
Camino sigilosamente hasta estar a su lado, su pecho sube y baja lentamente debido a su respiración. No comprendo porque cada vez que avanzó una paso con él algo tiene que suceder.
Y lo que no entiendo más todavía es porque carajo me inquieta tanto esto, no me gusta para nada como mi pulso se acelera cada ves que estoy cerca de él.
- Necesito alejarte de mi, no me gusta como mi cuero reacciona al tú estar cerca.
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Mi Maldita Perdición
Romance- Tranquilo, yo no soy como ellas, no te haré daño, puedes confiar en mi. - mi voz sale suave tratando de trasmitirle confianza, yo no soy así, no soy amable con las personas, no las ayudo, pero con el es diferente. Observo como cierra sus ojos y se...