Capitulo 36

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Dasha.

Retiro mi atención de Alec al escuchar la voz de Derek llamarme.

- ¿Te encuentras bien?

Sus ojos se clavan en los míos con un deje de preocupación, asiento repetidas veces saliendo de mi ensoñación.

- Joder, quizás se ah acalorado con el beso que le has puesto.

Ladeo mi rostro al escuchar una voz femenina cargada de burla, mis labios se cuervean en una sonrisa al ver de quien proviene ese malísimo chiste. - Сука дочка(hija de perra).

Una carcajada brota de sus labios rojos cuando me escucha, se acerca rápidamente a mi envolviendome en un cálido abrazo, emito un sonido de disgusto apenas lo hace.

- A mi tampoco me agrada. - bromea refiriéndose al abrazo.

- ¿Cuando llegaron?

Pregunto al separarme de Rashel, camino hasta una pequeña barra sirviendo algo de vodka.

- Aterrizamos hace dos horas, fue demasiado cansado el jodido vuelo, había olvidado lo cansado que era viajar hasta acá. - articula Derek en tono de queja.

- Te la pasaste dormido todo el vuelo, no sé de que te quejas. Más bien soy yo la que debería estar cansada, venir aguantando tus idioteces y ronquidos es toda una tortura para mis oídos.

Los ojos de él la observan con fastidio.

- Es cansado dormir ¿sabías eso?, aunque dudo mucho que lo sepas puto vampiro.

Rio al escuchar su absurda pelea, llevo la bebida hacia mis labios virtiendo el vodka en mi boca.

El cuerpo de Derek se coloca atrás del mío usandome como escudo de una muy molesta Rashel. - ¡Aleja a esa loca de mi!

Grita tomando mi cadera mientras trata de alejarse de ella.

- B-buenos días.

Tenso mi cuerpo al escuchar la voz de Alec entrando al salón, la atención de los chicos se centra en él causando que pase saliva ruidosamente, aun así no baja su mirada.

- Muy buenos días, ¿tú quién eres cariño? - la voz de Rashel cambia de tono molesto a uno lleno de picardía al verlo, tenso mi mandíbula al notar eso.

Pero maldición, esa remera sin mangas dejaba al descubierto sus anchos hombros llenos de lunares uno atrás del otro, sumandole que sus tatuajes le daban un toque jodidamente sexy.

Puta madre.

- Emm... Soy Alec.

Minutos antes.

Alec.

Salgo del baño cuando ya me eh lavado los dientes y colocado algo de pomada en mi frente. Ya no dolía tanto el golpe como anoche agradecia internamente de que por al fin era sabado, no podía imaginar el dolor de cabeza que tuviese ahora mismo si me encontrara en alguna clase.

Observo por segunda ocasión el lugar de Dasha perfectamente acomodado, sabía que no había dormido aquí cuando traté de abrazarla en la madrugada.

Mi Maldita PerdiciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora