Prologo

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El destino es algo que esta por encima de nosotros, el cual nos empuja a sucesos importantes que por mas mínimos que sean logran marcar nuestra vida, y valla que  conmigo lo hizo. Nunca imagine que esa noche lluviosa iba a encontrar a la persona que volviera a darle color al blanco y negro en que se había convertido desde que me convertí en lo que ahora soy, una mafiosa.

Demasiadas personas piensan que llevar esta vida es fácil, que tener el respeto de los demás es fácil, es muy fácil juzgar sin conocer, cosa en lo que se a convertido la sociedad hoy en día, hablan y hablan criticando a las personas sin verse ellos en un espejo, se quejan de los políticos, ¿pero quienes los eligen?, ellos. Se quejan del narcotrafico, de las drogas, pero analicen..., ¿quienes son los que la consumen?, si, puede que nosotros los pertenecientes a esto lo hagamos, pero mas del setenta por ciento de los compradores son ellos, y lo que me da un poco de coraje es que piensen  que todos los ¨mafiosos¨ somos iguales cuando no es así, hasta para esto hay que tener clase.

Quizás no estén entendiendo lo que les trato de decir, pero créanme que muy pronto lo harán, una cosa si les digo, las malditas personas que están detrás de todo esto, de todo el daño que le causaron a el, de cada maldita lagrima que el soltó, de cada vez que dejaron que lo tocaran, que lo violaran, va a ser un maldito balazo, una parte de su cuerpo, lo pagaran los hijos de puta.

Pero hay una cosa que a el nunca le perdonare, y es que desde el momento que nuestros ojos hicieron contacto visual, desde que vi esos hipnotizantes ojos cubiertos por esas largas pestañas me había dado cuenta de algo irreparable y es que  el iba hacer mi maldita perdición.

Mi Maldita PerdiciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora