Hell on the law Jenlisa G!P

Capítulo 30: Espacio

-Se que quieres mi apoyo, pero veo un poco innecesaria mi presencia-.

-No lo es, te necesito... a decir verdad no sé cómo reaccionar cuando la vea después de años-.

-Te apoyaré en lo que pueda no te preocupes-. Sentí un beso en mi mejilla y luego se acomodó en mi hombro para descansar un poco más en el avión.

Después de todo lo de ayer quería mi espacio y justo Sorn me invito a Tailandia a conocer a su madre, no creía que fuera buena idea, pero tampoco pude negarme cuando la miraba tan nerviosa al respecto además sería una buena oportunidad para conocer de primera vista la dichosa droga Tailandesa.

Mire a Sorn y dormía profundamente por el cansancio de la fiesta y ojalá yo hubiera podido hacer lo mismo, no dejaba de pensar en que explote contra Jennie, tenía tanto que decirle, pero lo guarde y ahora salió en forma de bomba, me sentía muy mal pero cuando recuerdo que no le importo nada de mi aparte de querer cogerme y eso generaba una fuerte presión en mi pecho, fui tan ilusa.

Miraba por la ventana del avión las nubes tratando de despejar mi mente de todo, pero poco o nada funcionaba y justo en ese momento hablo el capitán avisando que aterrizaje estaba cerca, ojalá y este pequeño viaje logre alejar a Jennie de mi cabeza.

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- ¿Tu vivías aquí? –. Pregunté asombrada por la gran mansión.

-Si, ¿es muy grande? –.

Considerando que un persona de clase media solo usaría la entrada para vivir pues sí.

-Un poco-.

-Eso pensé-.

Entrelace mi mano con la de ella y pasamos el gran portón hacia la casa gigantesca que estaba después del gran jardín.

- ¡Señorita! –. Salto de alegría una mucama que pasaba por ahí de casualidad para correr a abrazar a Sorn.

-Hola Lamai, tanto tiempo sin verte-. Respondió Sorn de igual manera a la mujer.

Mis padres solían hablarme en tailandés a veces así que sabía un poco, el resto lo aprendí con Sorn.

-Me alegró que nos visite, hacia tanta falta señorita, también es un placer ver que trae visitas, es un gusto-. Lo último lo dijo haciendo una leve reverencia la cual acompañe.

-Dime Sorn, mamá no está cerca no te preocupes-.

-Su madre...ella le espera dentro en la habitación principal-.

-Entiendo... hablaremos luego y estoy feliz de verte de nuevo-.

-Pienso igual-.

Sin más se dio media vuelta y continuo su camino mientras nosotras nos adentrábamos más a la casa.

-Ella me cuido de niña y si piensas que yo cocino bien pues mi comida sabe asquerosa al lado de la de ella-.

Se miraba que Sorn le tenía mucha admiración a la mujer.

-Me sigue gustando más la tuya-.

-Eso es solo porque no la has probado-.

Subimos las escaleras hasta llegar a un amplio pasillo en el cual al final se encontraba una habitación de dos puertas, pero no entramos a esa sino a una que estaba en los costados.

-Sigue igual... pensé que tiraría todo-.

Al parecer era su habitación y como no por el tipo de posters pegados y la vibra que da de una Sorn más joven.