Capítulo 48: Esto lo es

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Luego de que se calmara después de que me impidiera tomar la peor decisión de mi vida, nos fuimos a su habitación para dormir un poco, ambas estábamos cansadas por la cantidad de emociones que tuvimos en este corto tiempo así que dormimos juntas abrazadas repartiendo caricias en la otra hasta quedar plenamente dormidas.

Y aunque ya empezaba amanecer yo podía dormí más, había mucho de lo que debíamos hablar para dejar todo claro entre ambas así que aprovechando que mis pensamientos no me dejaba dormir decidí levantarme del todo y con sumo cuidado la moví de mi pecho para pasarla a la cama mientras sacaba de apoco mi brazo de entre los suyos, incluso dormida se sentía resentida aun con solo escuchar su respiración cortándose como señal de lo que había llorado, me acerque a darle un beso en su flequillo y a cubrirla con la sabana ya que un era muy temprano y hacía frío.

Busque mis tenis y me los puse lista para salir a caminar al bajar las escaleras pude ver como la maleta que llevaba anoche estaba a medio camino así que la tomé y guarde por ahí antes que alguien se tropezara antes y luego sacaría mis cosas de ahí.

Salí de casa caminado entre la leve luz que se asomaba del casi cerca amanecer, hoy no correría, estaba cansada para eso además quería pensar sobre todo lo que pasó, Lisa me ama y estuvo dispuesta a detenerme para que yo me quede a su lado aunque en mi forma de amarla creía que era mejor alejarme pero mi corazón pedía darme otra oportunidad con ella, ayer dijo cosas que me hicieron pensar mucho, ella no suele ser expresiva sentimentalmente así que me sorprendió su forma de expresarse, por supuesto yo también la amo con todo mi corazón pero la idea de que solo le hago daño no sale de mi cabeza, quiero hacerla feliz enserió que quiero, pero aún hay mucho que sanar en ella y en mi así que espero con el tiempo podamos encontrar nuestro ritmo juntas...sí...juntas... sentía un calor en mi corazón al decir eso, aun no era oficial porque debíamos hablarlo pero estábamos juntas, una sonrisa se dibujó en mi rostro al pensar en ello definitivamente me tiene boba.

Aún hay cosas que debemos resolver también como los problemas legales, aunque dejare que eso espere un poco más, no hay prisa en ello así que esperare a que haya más razones para volver a Corea.

Después de un largo rato caminado entre pensamientos llegué a una panadería, especialmente a la favorita de Lisa, siempre abrían muy temprano así que esa fue mi idea desde que me desperté, comprar un baguette para hacer sándwiches, Lisa ama mucho los baguette y aunque no son del todo de mi agrado, a su lado todo sabe mejor de lo esperado.

Pague y me encamine de nuevo a casa pensando una y otra vez todo lo que hablaría con Lisa, aunque seguro ahora aun este dormida, sé que, aunque no lo diga le gusta mucho dormir.

Llegue a casa y entre como si nada mientras cerraba la puerta detrás de mí para luego ver a una confundida pero dolida Lisa viéndome con lágrimas desde el sofá de la sala así que me preocupe hasta que hablo.

-Tú...te quedaste-. Dijo en un hilo de voz.

Ahora yo también estaba confundida.

-Si...-.

No entendía nada.

-Pero... no estabas y la maleta...-. Dijo secándose las lágrimas.

Ahora si entendía.

-Oh...está detrás del sofá y yo fui por pan-. Dije mostrándole el baguette con una sonrisa.

Se puso de pie y se asomó al sofá para comprobar lo que le dije y luego se acercó a mi hasta quedar al frente.

-Lamento si te asuste-. Dije en voz baja con su mirada puesta en mí, hice mal en no avisarle que saldría.

Sin más puso sus manos en mi rostro y me planto un largo beso el cual disfrute como nunca, extraña sus labios sobre los míos y como su sabor podía ser el mejor del mundo cuando me besaba con tanto amor y esto me hacía pensar en que no sería capaz de vivir sin esto, sin su calor, sin todo su ser.

Hell on the law Jenlisa G!PDonde viven las historias. Descúbrelo ahora