CAPÍTULO 3

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Amelia.

Dudas sin resolver.

No le había tomado importancia a lo que me dijo el coronel en su oficina.

"Por esa razón alguien importante volverá al ejército, es la única persona que puede detenerlos"

No lo pensé en ese momento pero analizando sus palabras me di cuenta que puede estar hablando de Dereck. Si eso es cierto el volverá y no sé como reaccionare cuando lo vuelva a ver.

—Amor, estuve investigando.

—¿Qué cosa?

—Sobre lo que me dijiste, que aparte de los soldados nuevos llegará otro más, escuché al ministro hablando con el coronel en su oficina y dijeron que nadie más ingresará a la central por seguridad. Aparte se enteraron de los rumores que se están corriendo y el coronel dijo que se iba a encargar de aclarar que no hay ningún otro soldado que deba llegar aquí.

—¿Estás seguro?— asiente mientras sujeta mi rostro.

—Tranquila— me da un pequeño beso.

Rodeo su cuello y empiezo a besarlo, sus manos sujetan lo cintura, me separo de sus labios para verlo, sus hermosos ojos color miel detallan mi rostro y detienen en mis labios, los humedezco con mi lengua tentandolo.

—Sabes que odio que me tientes en lugares en donde no puedo hacerte mía.

—Y sabes que a mi me encanta sentir la adrenalina del si alguien nos ve— paso mi mano por su pecho— Sabes que me encanta que me cojas y mucho más cuando nos pueden escuchar.

—Pero no en la central, ya te lo dije, reglas son reglas.

—Que aburrido eres— me separo de él— Hoy en la noche no te salvas— le guiño el ojo antes de irme.

De hecho Liam y yo no somos muy activos sexualmente, la primera vez fue después de siete meses de ser novios, fue en un pequeño viaje que fuimos, la pasión nos envolvió mientras teníamos una cena romántica que terminó en sexo salvaje, me gusta demasiado todo de él y siento que por fin encontré la persona con la que quiero estar para toda mi vida y que me complementa.

—Princesa— me abraza desde atrás haciendo que me asuste y se rie.

—¡Dios, casi me da un infarto!— pasa su brazo por mis hombros.

—Que exagerada— me da un beso en la frente mientras caminamos— Necesito un favor.

—Dime.

—Es que últimamente ya no pasó mucho tiempo con Alina y tengo miedo de que algo pueda romperse en nuestra relación...

—Hey, ¿quién te mete esas ideas en la cabeza? Ella te ama.

—Lo sé pero tengo miedo, es que este ultimo tiempo solo pasamos en la central y en las noches mini Erick nos priva el que podamos estar juntos.

—Está bien, esta noche mini Erick se queda conmigo y ustedes disfruten que tienen la casa sola.

—¿Estás segura?

—Más que segura, amo estar con mi sobrino.

—Y a el contigo, eres la tía más consentidora.

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