Amelia.
Devuelta al infierno.
Salí de la clínica pero para mi mala suerte no para mi casa sino para el juzgado, tengo que estar presente en el juicio para que encierren a Liam. El muy descarado admite que trabajaba para Avila desde hace años y su plan siempre fue enamorarme para luego casarse conmigo y entregarme a Avila y Regginal Reyson, también que trabajaba con Fiallos y que el era socio de Avila desde muchos años atrás, muchos más antes de conocer a Dereck.
Testifico en su contra y trato de actuar fuerte aunque siento desvanecerme en el acto, Liam me mira con una sonrisa y siento que no puedo seguir con esto. Mariana me ayuda a salir del juzgado con cuidado y subimos a la camioneta, todo el lugar está lleno de camarógrafos y la prensa y debido a eso debemos ponernos lentes oscuros para que los flashes no nos cieguen.
—Tranquila, vamos a casa y te relajas ¿okey?— asiento.
Eso es lo único que quiero, llegar a casa y relajarme durmiendo en mi cama, clavo la vista en la ventana y arrugo las cejas cuando el auto se desvía.
—Disculpe pero se está desviando.
—Lo sé— mi sangre se enfría cuando reconozco la voz— Tengo claro donde es su casa teniente.
Es Fiallos, sujeto la mano de Mariana y conduce más rápido, intento llamar a mi padre pero me quita el celular.
—Intenta hacer algo y sus hijos la pagan caro.— nos advierte a las dos.
Me quedo inmóvil, no quiero que Dafne y Massimo salgan lastimados por mis estupideces.
—Tranquila, todo estará bien— le susurro a Mariana.
Tengo que ser fuerte, si muestro debilidad tomarán el control sobre mi. Cuando llegamos a las fueras de Londres dos hombres abren las puertas del auto y nos obligan a bajar a la fuerza.
—¡Ten cuidado con ella imbecil!— le grito cuando empujan a Mariana.
Hay un jet y de el baja Regginal haciendo que se me baje el azucar, se acerca a mi y me toma de la cintura.
—¡Sueltame!
—No las lastimen, las quiero sanas y salvas— habla y a la fuerza me besa.
Lo rasguño haciendo que se separe de mi pero vuelve a tomarme con fuerza. Nos arrastran dentro del jet y este despega rápidamente, cuando veo a Ávila me arrincono en un extremo del jet.
—Vaya, vaya ¿a quién tenemos aquí?— se acerca a Mariana.
—¡Déjala!— le grito.
Viene hacia mi y sujeta mi rostro.
—Aún recuerdo todo de ti en Dubái— me besa a la fuerza y cuando intento forcejear aprieta mi abdomen haciéndome jadear de dolor— Ahora no tienes a nadie para que te proteja— saca una jeringa y niego.
—¿Qué es eso? Apartalo de mi— sonríe.
—Solo es una pequeña dosis de alucinógenos con un toque de cocaína y heroína— niego y el corazón me late como loco cuando acerca la aguja a mi piel.
—¡No la toques!— Mariana se va encima de el y Regginal la sujeta del cabello arrastrándola.
Avila me prensa la aguja con fuerza y vierte su contenido en mi, la cabeza empieza a darme vueltas y la vista se me nubla.
—Hijo de puta— se ríe mientras yo me arrastro hasta llegar donde Mariana— Estoy bien, no te preocupes— arrastro la lengua para hablar y limpio sus lágrimas.

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DESTINADOS
Teen FictionDespués de cinco largos años, Amelia a vuelto a creer en el amor y está rehaciendo su vida amorosa junto a Liam. Todo es perfecto hasta que nuevamente vuelve aparecer el hombre que cambió su vida, Dereck Reyson vuelve a Londres, pero lleva con el a...