DESTINADOS

EL BAR

Amelia.

Cada vez los disgustos con Liam son más y más, es como si la serenidad y calma que había en nuestra relación se esfumó. Así como también se esfumó la Amelia cariñosa y amorosa, Liam se a dado cuenta de mi falta de interés y mi pérdida de apetito sexual.

—Este no es un lugar para ti, ¿No crees?— me habla el chico a mi lado.

—¿Disculpa?

—Es que te vez una chica de clase y este tipo de lugares no son habitados por personas así— sus ojos se encuentran con los míos— Soy Tyler, ¿Tú?

—Amelia— me da la mano en forma de saludo.

—Incluso tu nombre es fino— me río— ¿Me aceptas un trago?

—Gracias pero no— acomodo mi cabello hacia atrás.

—¿Qué haces en un lugar como estos?

—Pues resulta que tengo una vida complicada, bueno más de lo común, estos días mi vida se a estado volviendo un huracán y necesitaba estar sola y en un lugar donde tenía la garantía de que nadie iba a reconocerme— sonríe.

—Eres muy linda, ¿Te lo han dicho?

—Ya lo sé y si me lo han dicho muchas veces— se ríe levemente— Ya es tarde, creo que tengo que irme.

—¿Puedo llamar un taxi por ti? Estas zonas son muy peligrosas para una chica como tú.

—Vine en mi auto, no te preocupes.

Cuando intento levantarme algo llama mi atención... DERECK... Maldita sea pero no está solo, está acompañado de una rubia la cual a cada nada le come la boca. Están en la mesa de una esquina y al parecer Dereck no se a percatado de mi presencia.

Levántate, ve y arráncale los pelos a esa puta y luego le cortas el pito a Dereck por hijo de puta.

—¿Sabes que? Mejor me quedo un rato más.

La música es algo alta pero el pitido de mis oídos es mucho más fuerte, pido una botella de ron y me la empino de una sola. El bar es un lugar en una de las zonas algo peligrosas en Londres, es un bar nocturno donde solo se reproduce música latina, en especial la colombiana.

Cuando vuelvo a ver a la mesa de Dereck me arrepiento debido a que cruzamos miradas, parece no importarle y sigue con la rubia. Tyler había conmigo pero no logro entender nada debido a que estoy concentrada en el hombre que me mira. Al cabo de 15 minutos Tyler recibe una llamada y se despide de mi debido a que lo llamaron de una urgencia, me acabo la botella y pido otra, el trago me baja como agua y ya no tiene efecto en mi.

El barman me entrega una botella de tequila y lo miro.

—El señor de allá acaba de mandarle la botella— su acompañante ya no está en ninguna parte.

Agarro la botella y me voy a sentar a la mesa de la otra esquina, al poco rato de sentarme aquí ya siento su aroma tras de mi y cierro mis ojos. Sus labios rozan la piel de mi hombro para luego sentarse muy cerca de mi, sus ojos me detallan y cuando intenta tocarme lo aparto.

—Idiota— cuando intento darle una bofetada detiene mi mano.

—Sabía que vendrías, te escuché hablar con Alina, así que aproveche la situación y la mujer con la que me viste es alguien sin importancia, la conseguí por ahí solo para llamar tu atención y ponerte celosa— cuando intenta besarme lo detengo.

—Me das asco, pobre Valeria— se ríe.

—Tú menos que nadie debería atreverse a decir eso, no te olvides que eres tú quien recibe gustosa mi polla— pasa su lengua por mis labios— ¿Quieres que te recuerde como me gimes?