CAPÍTULO 73

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Narrador omnisciente

El placer que siente Dereck al verla así es indescriptible, sus ojos están oscuros y disfruta el estarlos lastimando. Ella mira a Dereck y el le da una pequeña sonrisa mientras le corta los dedos uno a uno a Ávila. Thomas cruza miradas con su hermano, nadie parece conocerla. Actúa como toda una psicópata.

—Basta, detenla— dice Alina.

—Ni lo intentes, ella lo disfruta— responde Dereck y la sujeta poniéndola de pie— Ya jugaste demasiado, matalo.

Le a cortado 6 dedos, le clavo la cuchilla en brazos piernas y en el estómago repetidas veces así también como lo golpeó.

—Thomas, en la camioneta que llegaste con Dereck— habla ella— Hay un galón de gasolina, traelo.

—Amelia....— Adrián trata de hacerla entrar en razón.

—Cállate— le dice sin mirarlo todos han tratado de que entren en razón y los agentes de la DEA están atónitos con las acciones de Amelia.

—Así me gustas, mala y mía— le susurra Dereck al oído.

Thomas trae lo que pidió Amelia y sin necesidad de que se lo digan el tira la gasolina en Ávila, Dereck le entrega un encendedor a Amelia y sin pensarlo le prende fuego, Ávila grita con desespero y Dereck mira a Regginal.

—Thomas, creo que este nos pertenece a los tres— dice acercándose.

Thomas es el primero en lanzar el primer golpe, entre el y su hermano empiezan a golpearlo hasta cansarse. Amelia disfruta del espectáculo y les pide parar.

—Sabes que quisiera meterte en agua hirviendo pero como estamos en estas condiciones— dice Amelia— Que tal si mejor te ato a la camioneta.

Thomas y Dereck lo toman y con una cuerda que está en la camioneta lo amarran de las manos a esta. Los tres se suben, Thomas se pone al volante y empieza a conducir, todos los miran horrorizados por el espectáculo que están dando. Regginal empieza a gritar y Amelia ordena que acelere. Las piedras y arena hacen que Regginal se lastime demasiado, incluso hay vidrios que lo cortan. Amelia mira el show complacida, ella y Dereck se asoman por la capota de la camioneta, se han alejado demasiado de los demás, pero no tardarán en llegar con las camionetas.

Thomas se ríe al escuchar los gritos desesperados de Regginal, los tres están disfrutado de esta dulce venganza. Amelia pasa sus manos por el pecho de su esposo y el se queja cuando toca su hombro, contuvo la hemorragia atando su cinturón pero necesita un médico de urgencia al igual que ella, necesitan saber si la bebé esta bien. Dereck toma a Amelia del cabello con suavidad y la lleva a su boca. Está ardiendo y jadea cuando introduce su lengua.

Thomas acelera mucho más y Amelia sonríe cuando mira unos alambres de púas que están al frente, Thomas va por ahí provocando que los alambres lastimen demasiado a Regginal, esta a punto de morir ya que ya no grita, no tiene fuerzas para nada así que Dereck pide detener el auto. Amelia saca una cadena de la camioneta y la envuelve en el cuello de el asfixiandolo. Ella se levanta y le da varias patadas en la entrepierna cada golpe más fuerte que el anterior y su esposo la aparta cuando la nota cansada.

El agarra la pistola y reparte balazos en sus extremidades, le entrega una pistola a Amelia y Thomas saca la suya. Los tres apuntan y empiezan a disparar sin control una y otra vez, las camionetas con los demás llegan y observan como matan a Regginal, tiran las pistolas cuando se terminan las balas.

—¿Acaso se olvidan de mi?— dice Fiallos saliendo de la camioneta.

—Aquí termino el juego— dice ella Amelia— Fuiste el responsable de mi secuestro y dañaste a muchas personas, pero no soy capaz de matarte a ti.

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