CAPÍTULO 9

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Amelia.

Las amenazas.

Los Reyson están planeando su venganza contra todos, intenta hacerles daño a ti y tu familia. Lo supe porque Regginal me encontró y volvió a llevarme a Italia hace unos días, pude volver aquí porque iban a contactarse con unos de sus trabajadores aquí, así que mientras estaban distraídos pude salirme del auto. Se dieron cuenta tarde, por esa razón me estoy escondiendo, el me está buscando, lo único que es eso y que hay personas infiltradas aquí en la central.

Esas fueron las palabras de Emma, no se porque le creo pero al mismo tiempo no lo hago. Siento que algo no cuadra, escapar no seria tan fácil pero lo de las personas infiltradas me tiene pensando desde el primer momento en que se lo dijo a mi padre.

El estrés está por estallarme la cabeza, el primer ataque de los Reyson llegó, esta vez fue a la familia de Scott. Intentaron secuestrar a su hermana pequeña pero Dereck pudo impedirlo, apenas pudieron rastrear el auto salió inmediatamente a buscarla, obviamente la tropa alpha lo seguimos, aunque el ya se había perdido, iba conduciendo como un loco y cuando lo encontramos el estaba enfrentándose a tres tipos, a pesar de ser solo uno contra tres estaba tomando el control de la pelea, el coronel y Scott se unieron mientras nosotros rescatamos a la niña.

Al final los trajimos a la central, Liam y Alina se encargaron de interrogarlos y tratar de sacar información, algo inútil ya que no dijeron nada, hasta que fue el capitán Fiallos y los sometió a una tortura más grande, la silla eléctrica, esta solo se usa en casos perdidos, me refiero a personas que están destinadas a morir aquí en prisión, pero al capitán no le importó, solo uno de ellos le soltó que los Reyson están planeando su venganza contra todas las Fuerzas Armadas y se enteraron que Dereck volvió a la milicia y que la venganza recaerá mucho más en él. En teoría ya le llegó la primera amenaza a la central y con ella a Dereck también.

—Mamá— es Massimo y Dereck.

—Mi amor ¿que haces aquí?

—Voy a entrar la escuela militar— miro a Dereck.

—Estudiará aquí en Londres, debido a que no puedo enviarlo a New York, estará en la escuela militar de aquí de la central, si todo sale bien saldrá a los 15 años o antes.

—¿Tú lo decidiste?— niega.

—Fue el, ya te lo dije desde hace meses tiene esa mentalidad y quise darle el gusto.

—Pero dijiste que...

—Sí, se lo que dije pero estoy considerando el quedarme— quiero sonreír pero no lo hago.

—Amor— me pongo de rodillas— ¿Estás seguro? Pienso que entrar a la academia militar no es juego Massimo, no quiero que...

—Estaré bien mamá, aparte solo estudiaré aquí.

—¿Cuando entras?

—En una semana, vine a dejar unos documentos a Adrián— beso su frente— Si quieres verme estaré en la guardería.

—Está bien mi amor, ahora tengo cosas que hacer pero más después estoy libre— asiente.

Dereck me mira, me despido de Massimo y me voy, lo veo de reojo como carga a su hijo y se encamina a la guardería de la central. En el camino a la sala de tenientes me encuentro con Scott.

—Hola— sonrío— ¿Estás bien?

—Solo estoy estresada, el trabajo se me acumuló por descuidada y la amenaza de los Reyson me tiene intranquila— pasa su brazo por mis hombros.

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