CAPÍTULO 13

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Valeria.

Pasado tormentoso.

Sueltame por favor.

—¡No, fuiste tan valiente para irte a revolcar con el noviecito ese que tenías y ahora no lo eres para abrirme las piernas a mi!

—¡Basta por favor!— me desespero, grito, lloro y forcejeo.

Empieza a besarme a fuerza mientras se deshace de su ropa, trato de liberarme pero recibo golpes por mis intenciones. Me obliga a tocar su miembro y la repugnancia es tanta que lloro con desespero intentado soltarme o que alguien me ayude.

—¡Detente por favor, te lo suplico!

—¡No, pensé que eras una chica que se hacía respetar pero veo que no, te entregaste a ese maldito, eres una completa puta!

—¡Era mi novio!— me abre las piernas— ¡NOO PARA POR FAVOR!

Me arranca las bragas de un solo tirón y me penetra con tanta fuerza que me hace gritar de dolor. Me retuerzo de dolor e intento liberarme, los gritos me desgarran la garganta pero ahora solo quiero salir de aquí.

—¡Tengo 17 años y soy tu prima, SUELTAME!

Empieza a violarme y sus golpes son tantos que termino inconsciente. Al despertar me encuentro desnuda en la cama de mi primo, el está sentado al filo de la cama mientras observa algo en su celular, estoy demasiado adolorida y tengo marcas de golpes en todo el cuerpo.

—Pobre de ti donde le digas a alguien lo que hice.

Me levanto adolorida y rota por dentro. Acaba de violarme y no pude detenerlo, mis lagrimas salen mientras me visto lo más rápido que puedo, estoy manchada de sangre así como también la cama lo está, salgo de ahí y me encamino por las calles, me duele demasiado y siento como mis energías se desvanecen poco a poco. Pero juro que voy a vengarme por lo que acaba de hacerme, destruyó mi vida.

—Tranquila amor, estoy contigo.

Me desvanezco en sus brazos y agradezco el que se haya quedado conmigo.

—Shh, yo te protejo— acaricia mi cabello.

Así pasan los minutos, logra tranquilizarme pero no quiero separarme de él, aunque el tampoco parecer querer alejarse de mi, se aferra a mi y acaricia mi cabello, de vez en cuando me da besos pequeños en la frente y cabeza.

Tantos años y no supero mi pasado, es algo que me atormenta día y noche. Es muy difícil poder seguir adelante cuando eso sigue aquí muy presente en mi y no deja de lastimarme. ¿Y cómo podría dejar de dañarme si mi violador está demasiado cerca?

—¿Te sientes mejor?— asiento y levanta mi rostro para que lo vea, la luz que entra por la ventana me permite verlo con claridad— ¿Tuviste un mal sueño?

—No fue un sueño, era mi pasado atormentadome— me da un beso pequeño y las lágrimas vuelven a surgir.

—Sabes que puedes contarme lo que quieras.

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