Massimo.
La bruja.
—¿Dafne?
—Fue a la habitacion a traer uno de sus juguetes— contesto mientras miro como mini Erick juega con mis juguetes.
—¿Puedes prestarme este?— asiento.
Según creo Erick tiene 2 años y habla muy bien incluso, Dafne creo que es medio año menor que el, a ella si le cuesta más hablar y caminar, hay veces es que se cae y por eso paso pendiente de ella debido a que la niñera con la que nos dejaron es pésima, solo pasa en su celular.
—Ya tardó mucho— dice Erick y me levanto del piso.
—Quédate aquí, iré por ella— le digo y asiente.
Salgo de la habitación de mami y me voy al cuarto de Dafne donde ella está sentada en el piso mientras juega con un peluche.
—Ven— extiendo mi mano y ella se levanta del piso.
—Quiero a papá.
—Deben llegar pronto, no te preocupes— la llevo a la habitación de mami.
Mini Erick no está y resoplo, dejo a Dafne y bajo las escaleras para encontrarlo en la sala.
—¿Qué haces?— le susurro.
Le está echando una especie de pintura a la niñera la cual se a quedado dormida.
—Hay que divertirnos un poco— niego.
—A mis padres no les gustará saber que hice algo así, mejor paso— me acerco y le quito la pintura— Van a matarnos, vámonos.
—Ay no— demasiado tarde, la niñera a despertado.
—Corre— Erick sale corriendo escaleras arriba y la niñera me mira con odio mientras se da cuenta lo que acabamos de hacerle.
—¡Malditos niños!— corro y empieza a seguirme.
Cierro la puerta y me interpongo cuando intenta entrar.
—¡Abre esa puerta!— me grita.
—No, déjalo en paz, no sabia lo que hacía.
—¡Quítate o te quito!
—No te atrevas, mi papá....— no me deja terminar.
Toma mi brazo y me jala haciendo que caiga al piso, la miro e intento contener las lágrimas debido a que si me dolió mucho su agarre y la caída.
—Tu papito no es más que un criminal, no me sorprendería que salieras con las mismas mañas— la vista se me hace borrosa debido a las lagrimas— Escúchame bien engendro estupido, vas a pagar por esto que acaba de hacer. Mírate, tan iluso pensando que Amelia te quiere cuando esa estupida solo le importa ella misma.
—¡Con mis padres no te metas!— las lagrimas resbalan por mis mejillas.
—¡Ella no es tu mamá, entiende que no tienes mamá!— me pone el dedo en la cabeza con fuerza— ¡Grabatelo muy bien!
—Eres muy mala, mi papá se va a enterar de esto, ¡bruja!
—¡Cállate!— levanta su mano lista para golpearme pero alguien la detiene.
—¡¿Qué te pasa?!— le grita y escucho como le da un golpe.
Me abrazo a mi mismo y las mujeres se van escaleras abajo en medio de gritos, Dafne y mini Erick salen de la habitación y me abrazan.
—Perdón, fue mi culpa— dice Erick y niego.
—No te preocupes— la mujer que detuvo a la bruja vuelve a subir, la he visto pero no recuerdo precisamente quien es.

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DESTINADOS
Teen FictionDespués de cinco largos años, Amelia a vuelto a creer en el amor y está rehaciendo su vida amorosa junto a Liam. Todo es perfecto hasta que nuevamente vuelve aparecer el hombre que cambió su vida, Dereck Reyson vuelve a Londres, pero lleva con el a...