CAPÍTULO 66

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Amelia.

La boda

10 de junio del 2022.

Hoy es el día, estoy tan emocionada, no pude dormir en toda la noche y Alina se negó a dejarme ver a mi esposo. Toda la noche estuve pensando en el y quería que me hiciera el amor antes de nuestra boda pero todos se negaron a que nos viéramos.

—¿Ya puedo verlo?

—No, arruinarían todo— me dice Brisa mientras me maquilla— Estás quedando hermosa.

Suspiro pesado, me detallo en el espejo y sonrío, estoy tan feliz, en verdad ya deseaba que este momento llegara. Alina llega con mi vestido y me acerco a detallarlo. Es hermoso, elegí uno que resaltara mi trasero y mis pechos para que Dereck se vuelva loco viéndome vestida de novia para el.

—Mami, mami— entra Massimo con un traje blanco, ay Dios, muero de amor— Mira lo que Matteo me dio.

Me muestra un carrito de juguete color azul, acaricio su rostro y me manda un besito en el aire.

—Nos vamos, tenemos que inspeccionar todo, en 10 minutos regresamos a ponerte el vestido— asiento.

Massimo se va con ellas y agarro mi celular, marco el número de Dereck y al instante contesta.

—¿Dónde estas?

Llendo hacia ti, no está nadie contigo, ¿verdad?

—No mi amor, apresu....

Antes de que termine entra y cierra la puerta con seguro, me besa y dejo que me acueste en la cama, abre la bata y besa parte de mis pechos.

—No tenemos mucho tiempo.

—Tranquila, solo te daré lo que quieres.

Mete su mano bajo las bragas y empieza a tocarme mientras me besa, sujeto su rostro y no le permito separarse ni un segundo, jadeo en su boca y finalmente me separo para gemir.

—Tranquila mi nena, solo disfruta— me susurra mientras me mira— Eso es mi princesa, gime.

—Dereck— me aferro a él.

Introduce sus dedos y su pulgar toca mi clitoris poniéndome al límite, dejo que bese mi cuello y ahogo un gemido cuando empieza a mover su mano rápidamente, me susurra lo mucho que me ama y que quiere que disfrute este momento hasta que podamos hacer el amor, no puedo evitar sonreír al verlo tan absorto en este momento, hasta parece que lo está disfrutando más que yo.

—Voy a correrme— se deshace de mis bragas y reemplaza sus dedos por su boca.

Sujeto su cabello y gimo con fuerza, arqueo la espalda y termino en un orgasmo que me obliga a apuñar el cabello de Dereck, cierro los ojos y disfruto del placer que abarca mi cuerpo y la tensión que estoy liberando.

—¡Dios!

Me besa y lo abrazo dando un suspiro, me da besos pequeños y me ayuda a limpiarme, me vuelve a poner las bragas y cierra la bata.

—Arruine el maquillaje— me dice y me sienta en la cama— Yo arreglo esto.

Me río mientras el agarra la base y con una brocha empieza a ponerme en el rostro.

—No tanto, mi amor— sonríe y ahora agarra iluminador— Okey, suficiente.

Me miro en el espejo y me quito el exceso de iluminador, le doy un beso pequeño y me hace sentar en sus piernas y lo abrazo.

—Te amo mucho, lo sabes ¿no?— asiente y acaricio su rostro— No me había fijado en lo guapo que te ves.

Tiene un traje blanco casi igual al que llevaba Massimo, paso mis manos por su pecho alisando el traje, acomodo la corbata y abren la puerta haciendo que Dereck ruede los ojos.

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